Siguiendo la tradición y acervo religioso de nuestro pueblo, muchas de las parroquias celebraron la Promesa de Reyes. Con asistencia numerosa de los fieles vivimos la renovada experiencia del fervor de la religiosidad popular que sigue latente en nuestro pueblo puertorriqueño.

La celebración de la Fiesta de Reyes es una que tiene profundas raíces en la religiosidad popular del pueblo puertorriqueño. Ha sido una tradición constante el que muchas familias, por diversidad de motivos, ofrezcan a los Santos Reyes la llamada promesa de Reyes. En algunos lugares, conforme a la diversidad lingüística que nos caracteriza según la región, es llamado también velorio de Reyes.

Desde tiempos antiguos, transmitiendo la herencia religiosa y cultural recibida, se celebra en honor de los Reyes la promesa o velorio, siempre en la fecha cercana a su Fiesta el 6 de enero.
Pero, ¿cuál es el verdadero significado de la Promesa de Reyes? ¿Cómo ha cambiado la celebración de la Epifanía en nuestra isla con el pasar de los años?

La Promesa de Reyes es la costumbre de invocar a los Santos Reyes -Melchor, Gaspar y Baltasar- para su intervención en un momento de necesidad, para la solución de alguna situación que está fuera de su alcance. A cambio de la petición concedida, el devoto hace un pacto o compromiso de pagar esa promesa.
El aguinaldo es el género preferido de la música que se interpreta durante la promesa. Como es de esperar, la temática se basa, principalmente, en la Navidad, alusiva a Jesús y a María. Se interpreta alternándolo con rezos.

Con el pasar de los años, la trascendencia de la celebración del Día de Reyes en nuestra cultura ha convertido la Epifanía en un día de fiesta nacional.

La promesa o velorio de Reyes es reafirmación de nuestra identidad de pueblo católico. A pesar de los embates de una cultura asediada por el consumismo y la transculturación, Puerto Rico ha vivido la Fiesta de Reyes con mayor entusiasmo e intensidad que muchos de nuestros pueblos hermanos con los que compartimos una común herencia.

En nuestra diócesis mayagüezana la celebración festiva de los Reyes ha sido potenciada vivamente por nuestros obispos, tanto el Obispo Emérito Mons. Ulises A. Casiano, gran devoto de esta, como de Mons. Álvaro Corrada del Río S.J. Mons. Corrada ha urgido a los sacerdotes cultivar, custodiar y revivir las promesas de Reyes en nuestras comunidades parroquiales. Esta celebración es expresión de la religiosidad popular del pueblo borinqueño, que transmite su fe, sencilla y profunda a un mismo tiempo.

Algunas de las promesas celebradas en nuestras parroquias cuentan con una participación masiva del pueblo creyente. Los fieles colman la plaza pública y participan con alegría y entusiasmo en la celebración de la promesa. Podemos afirmar que todas las celebradas han sido una expresión ferviente de la fe de nuestra gente, que a pesar de la manipulación que potencian ciertas corrientes ideológicas conserva el tesoro de su herencia cristiana.

Procuraremos en nuestra Iglesia diocesana conservar y acrecentar nuestras tradiciones nobles que trasmiten ilusión y esperanza. Nuestro pueblo necesita recobrar tal esperanza. Que el camino de los Reyes nos anime a vencer las dificultades, pruebas y dureza del camino para llegar al feliz término de la salvación.

P. Edgardo Acosta Ocasio
Vicario de Comunicaciones
Oficina Medios de Comunicación Socia

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