(Último de varios artículos)
Se aprende desde el ejemplo y uno contundente en el tema de la misión es la vida de Padre Rafael “Felo” Torres Oliver, C.Ss.R., con 60 años de vida religiosa y 55 de ministerio sacerdotal. En un recorrido por sus experiencias en tierras lejanas, cercanas y en Borinquen, solo ha buscado servir a Dios y a su llamada a ir y proclamar, ir a la misión. De manera sencilla explicó que solo le falta “seguir con entusiasmo hasta dar la vida, seguir con ánimo”.
En la actualidad emprende la misión, pero desde la enfermedad que, aunque puede limitar su físico no puede trastocar su esencia ni su alma misionera. Aún con las limitaciones que representa esa temida palabra de seis letras, sus intenciones iniciales de hace seis décadas, de gastar su vida hasta darla por la misión, de servir a la Iglesia y servir a la patria puertorriqueña, permanecen intactas.
Lo cierto es que la misión transformó su vida de una manera tan radical que el Padre Felo que comenzó fue moldeado por la llamada a esa misma acción misionera en salida, por el prójimo, por cada experiencia y por el amor de Dios. Hoy solo tiene palabras de gratitud por todos los que de una u otra forma fueron parte de su historia.
Conmovido por cuán rápido ha pasado el tiempo con décadas de sacerdocio y servicio, describió este camino como “una aventura y una pasión de amor, la aventura del Dios que llama y la pasión de llevar el Evangelio en las venas y darlo a conocer”.
Nota: El testimonio misionero de Padre Felo se presentó con el fin de profundizar en el tema de la misión en la coyuntura de octubre 2019, mes extraordinario para la Misión. ■
Enrique I. López López
e.lopez@elvisitantepr.com
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