La directora ejecutiva del Consejo Renal de Puerto Rico, Ángela Díaz, urgió a los pacientes de diálisis en la Isla que ante la emergencia que atraviesa el País, cuiden mucho más su alimentación. “La dieta se hace más estricta porque ante la posibilidad que se acorte un poco el tratamiento por la emergencia, se les pide a los pacientes que sean más cuidadosos con lo que ingieren”, destacó Díaz.
Detalló que los pacientes deben limitar diariamente sus proteínas a 40 gramos, el sodio 1,500 miligramos, algo que es un poco difícil porque casi todo el mundo está comiendo cosas enlatadas y el potasio a 1,500 miligramos.
Cuando se le preguntó sobre la ingesta de agua, porque los pacientes de diálisis solo pueden consumir 32 onzas de líquido diario, Díaz señaló que como parte de la dieta se recomienda que el líquido se limite a 16 onzas.
A su vez señaló que, en la página de Facebook del Consejo Renal de Puerto Rico, Inc., hay un folleto que sugiere algunos menús que incluyen alimentos de los que se sirven tanto en los refugios si el paciente está en uno y para los pacientes que están en sus casas. Precisó que la diferencia entre los alimentos que se incluyen en ambos menús son mínimas.
De otro lado, confirmó que, al cierre de esta edición, solo tres o cuatro centros no están ofreciendo los servicios, de los 50 que ofrecen tratamientos de diálisis en todo Puerto Rico. Díaz recalcó que luego del paso del huracán hubo que ofrecer los servicios de forma intermitente y acortar una hora de tratamiento para garantizar que todos los pacientes lo reciban.
Al momento unos 46 centros ofrecen los servicios de diálisis a pesar de que no todos tienen restablecidos los servicios de agua y luz por lo que trabajan con plantas y cisternas. No obstante, Díaz enfatizó que como parte de regulaciones federales los centros tienen que tener generadores de electricidad y cisternas que cumplan con la capacidad del servicio que ofrecen.
De otra parte, aceptó que un paciente de diálisis que no recibe su tratamiento a tiempo puede descompensarse, tener complicaciones que lo lleven al hospital e incluso puede llegar a la muerte. “Este (la diálisis) es un tratamiento que lo ayuda a mantenerse conectado a la vida no solo a una máquina, porque esa máquina es vida. El temor mayor es la muerte”, confesó Díaz.
Aclaró que antes de un evento atmosférico se prepara a los pacientes días antes para que puedan resistir un poco más, que puede variar entre 3 o 5 días. En el caso de María estos pacientes se dializaron el lunes y martes antes del paso del huracán para garantizar que hasta el viernes pudieran resistir sin dializarse. “Ese es el plan, pero la realidad tiene muchas sorpresas, como la capacidad de los daños, las unidades que pueden o no abrir, el personal que puede llegar a trabajar”, indicó.
Recordó que los días luego del paso del huracán María, a través de los pocos medios de comunicación que había disponibles alertaron a los pacientes para que sin importar el centro donde recibían el tratamiento fueran al que le quedara más cerca para recibirlo, comentó.
Relacionado con los pacientes de diálisis peritonial, que se dializan en el hogar algunos hasta por 11 horas, Díaz dijo que, aunque no se les exige que compren un generador sí se les recomienda. Sin embargo, comentó que aquellos que no lo tiene pueden darse el tratamiento de forma manual, básicamente baja por gravedad. “A todos se les adiestra para eso, pero no puede ser permanente hay que buscar alternativas. Una opción es ir a un centro de diálisis y conectarse allí, pero este paciente tiene que llevar todo su equipo”, reiteró.
De otro lado, admitió que es muy difícil determinar cuántos pacientes fallecieron por no haber sido dializados a tiempo. “Adjudicar que el paciente murió a consecuencia de no recibir el tratamiento o no recibirlo completo va a ser más difícil precisarlo. La mortalidad promedio entre pacientes de diálisis es de tres a cuatro haya o no haya huracán, pero decir que x cantidad murió por no recibir el tratamiento es complicado. Estamos investigándolo, probablemente en un mes lo sabremos”, anticipó.
Cabe mencionar, que el Consejo Renal de Puerto Rico está llevando suministro de alimentos y artículos de primera necesidad a los centros de diálisis de todo Puerto Rico donde los pacientes y sus familias fueron afectados por María.
Finalmente, Díaz reveló que actualmente es muy difícil establecer cuántos pacientes de diálisis quedan en Puerto Rico. “Antes de María habían 6,200, pero ahora mismo no sabemos cuántos quedan porque sabemos que muchos emigraron”, concluyó.