La obesidad, es una afección en la que una alta cantidad de la grasa corporal aumenta la posibilidad de sufrir problemas de salud. Por lo tanto, es vista como una condición crónica que afecta a millones de personas considerándose a nivel mundial una epidemia.
En el 2014 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) declararon la obesidad como epidemia en la Región de las Américas al registrarse más de 1,900 millones de adultos (13 % de la población mundial adulta) y sobre 42 millones de niños menores de 5 años obesos.
De otro lado, el pasado año la Comisión de Alimentación y Nutrición de Puerto Rico (CANPR) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina en Puerto Rico, divulgaron el Plan de Acción para la Prevención de la Obesidad en Puerto Rico que tiene como meta detener el aumento acelerado de la obesidad en las tasas de prevalencia actuales en la población. Además, organiza alrededor de cinco líneas estratégicas que guiarán los esfuerzos multisectoriales durante los próximos 5 años. Estas líneas estratégicas son:
1. Atención primaria de salud y promoción de la lactancia materna y la alimentación saludable.
2. Mejoramiento del entorno con respecto a la nutrición y la actividad física en los establecimientos escolares.
3. Políticas fiscales y reglamentación de la publicidad, promoción y etiquetado de alimentos.
4. Otras medidas multisectoriales que incluyen la disposición de espacios urbanos públicos para la actividad física, la puesta en marcha de programas de ciclovías recreativas, sistemas rápidos de transporte público, e iniciativas de agricultura familiar.
5. Vigilancia, investigación y evaluación.
Según datos del Behavioral Risk Factor Surveillance System (BRFSS) en 2015 la prevalencia de obesidad y sobrepeso de la población adulta en Puerto Rico era de 68.7 % (1,775,003). En el caso de los hombres, estos presentaron la mayor prevalencia de obesidad y sobrepeso con un 68.7 % (866,375). En cuanto a las féminas el por ciento era de 65.4 (908,628).
Cabe destacar que el 67 % de la prevalencia de las enfermedades crónicas que padecen los puertorriqueños tales como, las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y los accidentes cerebrovasculares están asociadas a factores de riesgo como la falta de actividad física y malos hábitos alimentarios.
Estudios científicos documentan que los adolescentes obesos serán adultos obesos. Se proyecta que los efectos acumulativos en la salud ocasionen que los nacidos del año 2000 en adelante no sobrevivan a sus padres.
Entre las intervenciones identificadas para disminuir los factores de riesgo prevenibles se encuentran el cuidado de la salud para la detección temprana, los buenos hábitos alimentarios y un estilo de vida activo y saludable.
(Fuentes: Varias)