Padre,
viviendo en tu gracia
y animados por el Espíritu Santo,
te pedimos crecer en la fe
en nuestro peregrinar hacia el Reino de Dios.
Ilumínanos para que dóciles a la Palabra,
participemos conscientes y activamente
en la Misión permanente de la Iglesia,
siendo discípulos-misioneros de Cristo.
Arraigados en la oración
y alimentados con la Eucaristía,
reafirmamos nuestro compromiso
con la familia
conforme al plan de Dios.
Te rogamos por nuestra Diócesis de Arecibo
para que vivamos como Iglesia de comunión
y participación
al servicio de los pobres.
Imploramos a María,
Madre del Perpetuo Socorro,
que nos acompañe
en nuestro Camino Pastoral Diocesano
hacia el bien común y la salvación
en Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
(Obispado de Arecibo)