Además de una devoción individual, el Señor ha querido que el amor a su Sagrado Corazón sea aprendido en el hogar. Por eso prometió a través de santa Margarita María que: “Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.”
Según mantenemos las fotos de nuestros abuelos, padres e hijos, para recordar el amor que nos tuvieron y que nosotros profesamos a su memoria, tener una foto o imagen del Sagrado Corazón nos recuerda el inmenso amor que Dios tuvo por nosotros en la Cruz, con sus manos y su pecho traspasado por nuestra salvación. Tener una foto o imagen también representa el amor que nosotros le tenemos a Jesús. Por otro lado, qué bendición para los niños ver esta imagen en el hogar y aprender desde los primeros años a amar al Amor de los Amores. De esa manera catequizamos con el ejemplo.
Consagrarse es ponerse totalmente a disposición y al servicio de Cristo. De la misma forma que cuando se consagra un cáliz o un altar, éste deja de estar al servicio de bebidas y cenas para pasar al servicio exclusivo de Dios, cuando se consagra una persona o una casa, ésta se pone al servicio del Señor. Poner una imagen del Sagrado Corazón en nuestro hogar, se le llama entronización, porque se le prepara en el hogar un lugar especial, como un salón del trono, en un palacio real. De esa manera se proclama al todo el que llega, que Jesús es el Rey de tu hogar y tu corazón y que se le sirve por amor.
Demos el lugar que le corresponde al Sagrado Corazón de Jesús en nuestro hogar y nuestra familia. Ofrezcamos todo lo que hagamos y vivamos: nuestros sufrimientos, alegrías, trabajos, inquietudes, al Señor, como muestra de nuestro amor a Jesús. De esta manera proclamamos que Jesús es nuestro Rey.
Si deseas entronizar el Sagrado Corazón de Jesús, para que reine en tu hogar, visita el enlace que te incluyo abajo y habla con tu Director Espiritual.
Natalio Izquierdo, MD
Para El Visitante