¿Qué es un economista?

Es un profesional de las Ciencias Sociales, experto en economía teórica o aplicada, que estudia y analiza tanto las causas como consecuencias de los fenómenos económicos que involucran costos y beneficios a través del cual estructura, interpreta y elabora modelos y leyes.

Dentro del campo de la ciencia económica hay muchos subcampos, que van desde las teorías para el estudio de los mercados específicos, el análisis macro y micro económico, análisis financiero, método de análisis y herramientas como la econometría, las estadísticas, modelos de economía computacional, economía financiera, matemática financiera y economía matemática.  (Wikipedia, enciclopedia libre).

Más sencillo, los economistas estudian como la sociedad distribuye los recursos -tierra, trabajo y capital- para producir bienes y servicios. Participa en la educación, empresa investigativa, empresas privadas, en el gobierno o empresa pública, en los medios de prensa y comunicación. En su trabajo, desarrolla la capacidad de recoger y analizar datos, seguimiento a tendencias económicas, así como las previsiones sobre una amplia variedad de cuestiones: Costo de energía, inflación, tasas de interés, tipo de cambios imprevistos, niveles de empleo, etc. Su capacidad de comprender flujos financieros, prever tendencias de mercado y de administrar inversiones de manera precisa, son cualidades que le permiten trabajar e influir en cualquier área financiera.

Un poco de historia de Puerto Rico y la visión dentro del marco de la Ciencia de la Economía

Desde hace décadas la Economía de P.R. muestra un claro agotamiento, una clara pérdida de dinamismo y de capacidad de recuperación. Lo que fueron sus ventajas competitivas- como el mercado exclusivo con Estados Unidos- ya no lo es. Los tratados comerciales que han proliferado en las recientes décadas brindan iguales y hasta mejores ventajas a otros países soberanos. No obstante, aún en los mejores momentos, el modelo económico de P.R. ha sido incapaz de generar los empleos suficientes, por lo cual siempre ha mostrado altas tasas de desempleo y bajas tasas de participación laboral.

Las políticas urbanas que acompañaron el crecimiento industrial y que favorecieron el uso ineficiente del terreno mediante la construcción desparramada de urbanizaciones, han afectado para siempre importantes recursos naturales como acuíferos, tierras de alto valor ecológico y de importancia estratégica para la producción agrícola, lo que atenta contra la sostenibilidad de nuestro futuro. El país adquiere más del 80% del consumo del exterior, que, en momentos de crisis, siendo una isla, pone en riesgo el suplido de productos necesarios.

Las exenciones contributivas y todo el conjunto de subsidios muy generosos otorgados al capital extranjero no crearon una base económica sólida y propia, dependiendo cada vez más de las inversiones externas sin que se generara capital puertorriqueño considerable. La actividad económica se convirtió en un tipo de enclave teniendo en el sector manufacturero (de capital foráneo) el núcleo principal sin que se vincularan lo suficiente con los demás sectores económicos. Lo observado es muy grave, social y ambientalmente. La exclusión de la actividad productiva de amplios sectores de la población ha fortalecido la dependencia económica y el ocio como aspiración. Leyes federales que le favorecieron dejaron fuera a P.R. de la oportunidad de herramientas útiles para moverse en el plano de la competencia con otros sectores. En el 2006 entro en una recesión que se vino forjando poco a poco. (Fuente: Encuesta del Grupo Trabajador, UGT, SPT, SEIU, con datos del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos). A esto, se sumaron las quiebras en diferentes sectores del Gobierno y una deuda impagable que ha traído la urgencia de un Stay por parte de una Ley Federal (PROMESA) y la Junta de Supervisión Fiscal. El cuadro se ha complicado con eventos de carácter natural: Huracanes de categorías 4 y 5, Terremotos y secuencia de temblores destructores que no se detienen, la fuerte Pandemia del Covid- 19, la intervención de oportunistas, cuestionables contratos con empresas de dudosa reputación, y la falta de transparencia en la acción de los gobiernos.

Puerto Rico, ¿ha utilizado el capital profesional de los economistas en el diseño de su economía? ¿Qué intereses particulares han ido por encima de las herramientas económicas permitidas por la Ciencia Económica que han perjudicado el desarrollo sostenible de Puerto Rico?

Economistas cristianos, funcionarios cristianos públicos y privados, desarrolladores del plan economicista para un pueblo cristiano.

Estemos pendientes al próximo artículo de este tema, en el que se ofrecerá lo que podemos promover como sociedad, y a lo que hemos sido llamados como personas de fe, que deseamos construir un pueblo de acuerdo al Plan Creador de Dios, y en el que todos podamos conseguir el desarrollo personal y familiar, el bien común y la mejor distribución de los recursos como sociedad y como país del siglo XXI.

 

El Visitante

Luz P. Burgos,

MER PUCPR

 

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