“Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra casa común como en los últimos dos siglos. Pero estamos llamados a ser los instrumentos del Padre Dios para que nuestro planeta sea lo que él soñó al crearlo y responda a su proyecto de paz, belleza y plenitud”, expuso el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Laudato Sí (núm. 53). Todos, cristianos y no cristianos, estamos llamados a cuidar de la creación de Dios, pues también somos seres creados por el dador de la vida. Es nuestra responsabilidad proteger lo que se nos ha encomendado, según el libro de Génesis.
¿Qué es ecología integral?
La Hna. Lissette Avilés Ríos, OP, bióloga marina y delegada de la Arquidiócesis de San Juan en asuntos de Pastoral Ecológica, explicó en entrevista con El Visitante lo que comprende el concepto de ecología integral, un término muy sonado últimamente en la Iglesia y planteado por el Papa Francisco en la encíclica Laudato Sí, así como durante la Jornada Mundial de la Juventud y ahora en el marco del Sínodo 2021-2024 Por una Iglesia Sinodal. En sus propias palabras, una ecología integral corresponde al hecho de “reconocer la creación en la vida diaria”, en la celebración de nuestra fe y nuestras creencias, costumbres y tradiciones.
En la Carta Pastoral publicada por el Arzobispo de San Juan, Mons. Roberto O. González Nieves, OFM –sobre la implementación en la Arquidiócesis del documento publicado por el Papa Francisco en el 2015 sobre el cuidado de la casa común– se presenta la explicación que ofrece el Santo Padre sobre lo que es la “ecología integral”, que consiste en “crear un nuevo paradigma de justicia, una ecología que incorpore el lugar peculiar del ser humano en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea”. De otro lado, González plantea en su carta que la ecología integral se compone de un compromiso ambiental, económico, social, cultural, de la vida cotidiana, un esfuerzo por el bien común y justicia entre todas las generaciones.
Llamados al bien común
Por su parte, Avilés Ríos comentó también la importancia de “no dejar por fuera de los planes pastorales” que se realizan cada cierto tiempo en las diócesis y parroquias particulares este tema de la ecología, la protección ambiental y evaluar cómo es viable dar respuestas concretas a este pedido del Papa. No obstante, el trabajo no solo le corresponde a la Iglesia y sus líderes, también a las grandes empresas, pero más aún “al ciudadano de a pie”. Esto “aplica a creyentes y no creyentes”, añadió la religiosa.
Aunque las Sagradas Escrituras plantean la idea de que el hombre pueda “dominar” la creación, esto no implica que sea lícito hacer cualquier cosa con ella, sino más bien “saber manejarla y cuidarla”, que esto implica adquirir conocimientos, tener habilidad y respetar los procesos que tiene naturalmente la creación, opinó la hermana Lissette.
También se nos propone “replantearnos nuestro estilo de vida, si afecta o no al planeta”. “Antes de pensar en rehusar, reducir y reciclar –como tanto se recalca al hablar de ecología– debe haber una erre primero, que es la de replantearnos nuestra manera de ser y de vivir”, agregó. Además, debemos analizar nuestros hábitos de consumo, si somos parte de la “cultura del descarte” que tanto el Papa ha mencionado y si estamos dispuestos a hacer un cambio en nuestras costumbres diarias con tal de aportar al mejoramiento y conservación de nuestra “casa común”. La delegada arquidiocesana de Pastoral Ecológica enfatizó en que no podemos ver a la naturaleza como un recurso infinito o ilimitado del cual nos podemos beneficiar sin pensar en las consecuencias.
Como cristianos debemos reflejar y cultivar nuestra fidelidad y sencillez, ser más justos y procurar así un bien común para la humanidad y la creación. Es decir, nos resta pensar en lo siguiente: mi estilo de vida como cristiano, ¿lo reflejo en cómo me comporto con todo lo creado por Dios?
En este proceso sinodal en el que la Iglesia se encuentra, surge la oportunidad de que todos, no tan solo obispos y sacerdotes, puedan aportar sus ideas y pensamientos con posibles soluciones en favor del ambiente. También es un espacio que permite escuchar a los demás y reconocer que “la naturaleza nos ayuda a caminar en la fe, que podemos aprender de ella y que ahí está Dios”, completó Hna. Lissette.
Papa sobre crisis climática
Ante la crisis climática a la que se enfrenta el planeta, el Papa ha presentado el pasado miércoles, 4 de octubre de 2023, en el marco del Sínodo de los Obispos Por una Iglesia Sinodal que comenzó ese mismo día, una nueva Exhortación Apostólica titulada Laudate Deum, dirigida a todas las personas de buena voluntad sobre la crisis climática. Este comunicado, en palabras simples, presenta algunos planteamientos y soluciones inmediatas, ya que “no tenemos reacciones suficientes a la crisis climática” y “el mundo se va desmoronando”, según plantea el Santo Padre. “El impacto del cambio climático perjudicará las vidas y familias de muchas personas” (cfr. LD 2), añade, por lo que hace esta encíclica invitando a caminar juntos hacia la “salvación” de la creación. ¡Está en nuestras manos! Ora et labora…
Jorge L. Rodríguez Guzmán
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