Ante las crecientes amenazas a la paz de corte mundial, una multitud salió a las calles de Caguas el 31 de octubre de 2023 para caminar juntos como Iglesia por la Jornada Diocesana por la Paz. La misma fue convocada por Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo de la Diócesis de Caguas, en comunión al pedido de oración y ayuno por la paz del Papa Francisco. Vestidos de blanco, la intención fue clara: pedir a Dios la paz para todos los pueblos en conflicto y toda persona que vive la guerra y la violencia. Esto en el contexto de las celebraciones comerciales de Halloween y por calles y comunidades en las que se han registrado incidentes de violencia y asesinatos en tiempos recientes.
A las 6:00 de la tarde, la peregrinación comenzó frente a la Parroquia Santísimo Sacramento de la ciudad criolla con Jesús Sacramentado a la cabeza, con el equipo de sonido y la policía seguidos por el obispo, sacerdotes, diáconos, religiosas y el pueblo. Desde el punto de partida se trasladaron por la Ave. Luis Muñoz Marín, parte de la Ave. Troche y luego por el casco urbano hasta la Catedral Dulce Nombre de Jesús, para finalizar en la plaza pública donde se celebró una Hora Santa con el Santísimo Sacramento. En cierto momento, se registró una multitud de por lo menos dos mil fieles que abarcaron un carril de la Ave. Luis Muñoz Marín a tal punto que hacía obligatorio coordinar el tránsito por la policía.
La peregrinación realizó varias paradas por las estaciones del Rosario por la paz. Pancartas con mensajes de paz, velas, banderas blancas, silencio, contrición, música de meditación y adoración eucarística fueron las estampas humanas que caracterizan el paso del pueblo que repetía: ¡Dios concédenos la paz!
Al pasar por el Residencial Público Raúl Castellón y el edificio Plaza Elena Housing niños disfrazados saludaban a la multitud con inocencia y veían cómo peregrinos orantes santificaban la noche de Halloween o la indiferencia con un clamor de paz. También fue impresionante la asistencia de tantas familias con sus niños vestidos de blanco que, en vez de pedir dulces, pidieron la paz por tantos niños que sufren el horror de la guerra al otro lado del planeta en ese preciso momento.
Al igual que Jesús, un pueblo se levanta con las fuerzas y misericordia de Dios. Así lo describió el prelado criollo.
Aquí la conmovedora oración del Obispo Eusebio que, con voz de padre y pastor, elevó una plegaria al Santísimo y al cielo desde la plaza criolla junto a un pueblo orante para comenzar la Hora Santa:
Vamos a tener esta Hora Santa frente a Jesús Sacramentado poniendo ante su presencia cada familia; cada corazón herido, humillado y despreciado. Pongamos a Ucrania, a las miles y miles de muertes (que acontecen allí). A Tierra Santa, la tierra de Jesús, la tierra escogida, donde la sangre de injusticia y odio llenan los surcos de esa tierra sagrada. Pueblos hermanos hoy se baten uno al otro. Y a todos los pueblos que tienen un conflicto bélico.
Quiero pedir por cada uno de mis hermanos sacerdotes, por cada uno de mis hermanos diáconos, por cada religiosa, religioso, por cada líder y por cada bautizado que juntos constituimos este pueblo peregrino en nuestra Diócesis de Caguas. Vamos a iniciar el Aniversario 60 de fundación (en los siguientes días). Tenemos mucho que recapacitar, mucho que contemplar, mucho que agradecer, pero mucho para convertirnos.
Estos corazones de fe, tiene que ser sanados, tienen que ser liberados. Pero solamente será por el amor de Jesús, por la fuerza del Espíritu Santo y por la misericordia de Dios Padre que podremos tener corazones libres para amar, servir y trabajar la paz. Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar.
Enrique I. López López
X:@Enrique_LopezEV