Lo llaman por teléfono para decirle que se ganó un carro y que para entregárselo solo debe pagar de forma anticipada algunos gastos entre ellos el marbete. La cantidad de dinero puede oscilar entre $300 o $700.00. De momento podría resultarle que es una broma, pero la persona que lo llama le da su nombre, le informa que está llamando de una firma de abogados reconocida y le dice tantas cosas que le hacen creer que usted es un afortunado y que en medio de la crisis recibió un golpe de buena suerte.
El extorsionador le dirá a nombre de quién debe enviar el dinero e incluso le recomendará una compañía para hacer la gestión. La víctima enviará la cantidad acordada. Más tarde se dará cuenta que fue timado, probablemente por un confinado, que con teléfonos pre pagados que ocultan en cualquier orificio del cuerpo, usan para extorsionar, desde las cárceles. Esto a pesar de las advertencias que hacen las agencias de Ley y Orden que sugieren que no envíe dinero hasta averiguar cuidadosamente todos los detalles.
Para Carlos Osorio, el portavoz del FBI (por sus siglas en inglés) en Puerto Rico, esta es una de las muchas modalidades de timo que hay en el País. Enfatizó que también desde la cárcel llaman para decir que un familiar suyo fue secuestrado y que si no paga una cantidad específica de dinero lo van a matar. El que llama le ofrece detalles personales de la alegada víctima que por la desesperación lo hará dudar y es posible que llegue a pagar una suma indeterminada de dinero por salvar la vida de ese familiar que posiblemente esté tranquilo en su casa, el trabajo o la escuela.
De otro lado, Osorio destacó que hay otras dos modalidades que están proliferando en la Isla; sextorsion y ransomeware. De la primera indicó que ocurre cuando una persona adulta entra a una página en la que ve que están solicitando a un hombre o a una mujer. “Se da un tipo de chat entre la pareja que se va poniendo caliente y optan por continuar la fantasía desnudándose y viéndose a través de la cámara de la computadora. Lo que no sabe el perjudicado es que el otro está grabando todo lo que ocurre en la sesión erótica que tienen. Más tarde, recibe un correo electrónico con pedazos del video de lo que ocurrió y le informa que si no le paga, va a enviar el video a todos los contactos que tiene en la computadora porque la hackeo, señaló.
Insistió que en muchos casos la víctima accede por temor a que sus familiares o amigos se enteren de lo que él o ella hacen, “el bochorno es grande y por eso pagan para que nadie se entere”.
En el caso de ransomewear dijo que por lo regular va dirigido a personas que tienen negocio en su casa. Por ejemplo un individuo que se dedica a procesar nóminas de compañías. “Hackean la computadora, le ponen un virus y envían un mensaje indicándole que tienen acceso a sus archivos de la computadora. Si en un tiempo determinado no deposita X cantidad de dinero empezarán a borrar los archivos de la máquina. Básicamente las personas pagan porque no quieren perder la información de sus clientes”, declaró.
Ante esta situación la División de Cyber está ofreciendo unas charlas a diferentes empresas para alertarlos sobre esto. Ellos les recomiendan que tengan sus back up al día y los sistemas de seguridad funcionando en óptimas condiciones para evitar ser víctimas”. Además reiteró que cualquier situación como esta la informen al FBI. Es posible que con esa información “podemos identificar el grupo, saber dónde están y cuántos son”.