Con ánimo esperanzador, la Conferencia Episcopal Puertorriqueña (CEP) emitió un mensaje el pasado 7 de septiembre ante las Elecciones Generales del 2020 a celebrarse el próximo 3 de noviembre. El documento, que llevó por título “De la Tribulación a la Esperanza”, fue firmado por los siete Obispos que componen la CEP. En el documento se dirigen a los católicos del País y “a todos los que desean con esperanza un mejor futuro para nuestra nación puertorriqueña”. Cabe destacar que no se promueve ninguna ideología partidista, partido ni candidato alguno. Por ello, los Obispos son claro al presentar el mensaje para análisis desde el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia.
“Con el deseo de iluminar la conciencia de todos, poniendo como norte el bien común de nuestra Patria, desde la enseñanza social de nuestra Iglesia y anclados en la Buena Nueva del Evangelio de Jesucristo, proponemos esta reflexión”, (núm. 3).
El mensaje denuncia las diversas injusticias que afectan a Puerto Rico como el colonialismo, las políticas neoliberales, la corrupción, el inversionismo político, el rezago educativo, el mal manejo de suministros en tiempos de los desastres naturales, la búsqueda del interés propio, la desigualdad, la pobreza, la privatización de servicios esenciales, entre otros. Por lo tanto, urgen a una economía solidaria, a superar la dependencia, a la trasparencia gubernamental y a cambios concretos.
“Reiteramos así lo que expresamos en el mensaje para las elecciones del 2016: ‘Ha llegado la hora de decir no al colonialismo histórico que se ha acompañado de leyes injustas como las de cabotaje, la demagogia partidista, la mentira y el oportunismo de muchos líderes e inversionistas’. Estas circunstancias no han cambiado. Por el contrario, se han agravado y no se han procurado las condiciones necesarias para que haya un cambio favorable que permita el empoderamiento del país […]”, (núm. 5).
Sostienen que: “Un sistema económico que mata, como lo ha expresado el Papa Francisco y que se muestra, igual que muchos mal llamados líderes en el país, insensible ante el dolor humano y el descarte y la marginación de aquellos a quienes el propio sistema les cierra el acceso a lo básico para vivir”, (núm. 6).
Al presentar la familia, fueron claros al describirla como “una de las principales víctimas” de la pandemia y todas las tribulaciones de los últimos años. Esto por las siguientes causas: pérdida de ingresos y cierre de las escuelas.
“Corrupción e impunidad requieren una renovación de las normativas vigentes, de los sistemas de transparencia y rendición de cuentas, de la aplicación de consecuencias y sanciones que permitan recuperar los fondos y la propiedad pública perdida, pero, sobre todo, que restauren la confianza en las instituciones y funcionarios públicos. Ante todo, se requiere un cambio de conciencia colectiva que deje de complacerse con el “ay, bendito” y el “todos son iguales”, y que nos permita elegir y reclamar lo que nos corresponde. Asimismo, hace falta un liderato verdaderamente comprometido con el bien común y el servicio público […]”, (núm. 12).
El mensaje dedicó varios puntos a recordar las enseñanzas contenidas en la Doctrina Social de la Iglesia. Por ejemplo, “se nos recuerda las características principales que deben observar los que ocupan puestos electivos en un sistema democrático representativo, como el que aspira a ser nuestro sistema político: (1) que sean personas comprometidas a compartir el destino del pueblo y en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales; (2) que ejerzan su autoridad mediante el recurso a las virtudes que favorecen la práctica del poder con espíritu de servicio; y (3) que sean personas capaces de asumir auténticamente, como finalidad de su actuación, el bien común y no el prestigio o el logro de ventajas personales” (núm. 21). Por ello, propusieron que cada feligrés examine a sus candidatos, sus propuestas y las de su partido en un “ejercicio personal de discernimiento”.
La CEP recuerda que “como principios que todo candidato católico debe respetar: el derecho a la vida desde el momento de la concepción hasta su muerte natural frente al aborto; la eutanasia y los experimentos con embriones humanos; la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer frente a la ideología de género y la libertad de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones” (núm. 22).
Además, se mostró gran preocupación por el proceso de la elección y campaña por el accidentado proceso primarista. “Es fundamental evitar que algo así suceda de cara a la elección general, por lo que insistimos: ‘se deben buscar canales de entendimiento para evitar causarle una herida más a nuestra querida Patria […]’”, (núm. 26).
Para el mensaje completo, acceder a: https://elvisitantepr.com/de-la-tribulacion-a-la-esperanza/
Redacción
El Visitante