Doña Estebanía Ruiz tiene 70 años, a pesar de su edad aún trabaja en el Departamento de Finanzas de una dependencia gubernamental en Santurce. Afirmó que aunque se pudo haber jubilado hace varios años todavía se siente fuerte y útil. “No sé qué haría si no tuviera que venir todos los días a trabajar. Desde muy joven he trabajado, no me visualizo en mi casa todo el día”, dijo en tono nostálgico.

Al igual que Doña Estebanía, son muchos los que no saben qué hacer cuando se retiren. Ante esto el Dr. Hernán Vera Rodríguez, decano del Colegio de Estudios Graduados en Ciencias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR) en Ponce, señaló que en un estudio que realizó en el 2012 encontró que los retirados tenían niveles moderados de ansiedad y depresión.

Sobre esto la Dra. Ilia Rosario Nieves, directora de la Escuela Graduada de Psicología del Colegio de Estudios Graduados en Ciencias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad de la PUCPR definió ambos conceptos. “La ansiedad es un estado agudo de estrés en el que la persona se siente tan y tan estresada que tiene problemas para concentrarse, y para realizar sus tareas de la vida diaria”, abundó. La depresión –señaló- “es un estado de la conducta en el cual la persona se afecta tanto que no puede dormir, pierde el apetito, se siente perdido y solo”.

A su vez mencionó que para llegar a la depresión el paciente debe tener una sintomatología que se extienda de 3 a 6 meses y hasta un año, es entonces cuando se diagnostica una depresión severa.

Mientras, el Dr. Vera Rodríguez precisó que otro de los factores que puede afectar a las personas retiradas en estos últimos años está relacionado a la migración. Enfatizó que en el estudio que realizó (titulado Análisis de la situación de los adultos mayores en Puerto Rico), descubrió que los adultos mayores en la Isla estaban acompañados de sus familias y eran menos los que vivían solos en comparación con los que residían en Estados Unidos.

Puntualizó que los casos de ansiedad y depresión han aumentado a raíz de que esas familias (que en algunos casos eran cuidadores) se han visto en la obligación de migrar fuera de Puerto Rico. “A la ansiedad normal y corriente de la vida se le añade saber sobre cómo les irá a sus parientes. ¿Dónde vivirán? Si mi hijo o mis nietos que están afuera conseguirán trabajo?”, aseveró.

De otro lado, destacó que en Puerto Rico los derechos de los adultos mayores se han ido achicando en la medida que este sector poblacional sigue aumentando. “Ahora las personas viven más tiempo. Por ejemplo, en el pasado los productores protestaban porque una sala de teatro se llenaba de aquellos que solo pagaban la mitad del boleto porque eran mayores de 65 años. Ese privilegio no se eliminó, pero sí se restringió”, acotó.

Al tiempo mencionó que el factor económico es otro que obliga a los adultos mayores a continuar trabajando. “A muchos de ellos el dinero que recibirían como pensión no les da para su estilo de vida y optan por seguir trabajando”, reconoció.

De otra parte dijo que: “En el País no hay centros diurnos organizados para adultos mayores y si los hay son muy costosos”. Por consiguiente, entiende que crear una escuela para adultos mayores que los ayude a entrenarse en áreas de tecnología, deportes, idiomas e interactuar con personas de su misma edad sería muy beneficioso.

Del mismo modo, argumentó que el trabajo voluntario es otra alternativa para las personas jubiladas. “El insertarse en las múltiples causas que hay en el País, como personas sin hogar, niños maltratados, organizaciones sin fines de lucro, realmente hay mucho trabajo para hacer”, admitió.

Al final , recomendó a los adultos mayores que si entienden que no pueden manejar los síntomas de la ansiedad busquen ayuda profesional. “La PUCPR tiene una clínica de servicios a la comunidad a menor costo y la Escuela de Medicina de Ponce también. Hay opciones, busquen ayuda porque es muy difícil manejar la depresión por sí mismo”, aseguró.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here