“Acabar con los criaderos de mosquitos”, ese fue el llamado que hizo el Dr. Natalio Izquierdo, oftalmólogo, en conjunto con la Arquidiócesis de San Juan en un intento para que no continúen en aumento los casos de virus del Zika.
“Le estamos pidiendo a cada católico de Puerto Rico que se convierta en líder y acabe con los criaderos de mosquitos porque si eliminamos los criaderos, acabamos con la enfermedad”, declaró.
Al tiempo, dijo que hay que vaciar los tiestos, acabar con las plantas de agua, no poner tiestos con agua para las flores, en vez de eso sugirió usar oasis verde.
El galeno precisó que el mosquito Aedes Aegypti es el responsable de este virus que es el mismo que causa dengue y chikungunya. Sin embargo, indicó que las consecuencias del Zika son mayores. “Las mujeres embarazadas que se contagien corren el riesgo de tener un hijo con microcefalia, esto quiere decir que el bebé va a nacer con la cabeza más pequeña y va a ser un niño discapacitado toda la vida”, advirtió.
Del mismo modo, explicó que otra de las enfermedades relacionadas que puede afectar tanto a hombres como a mujeres es el Síndrome de Guillain–Barré, esto implica que la persona tendrá problemas neurológicos que pueden ser mortales. “En caso de que no muera puede estar hospitalizada 2 o 3 meses y más adelante tener secuelas neurológicas y quedar imposibilitado de volver a trabajar”, informó.
El expresidente de la Asociación Médica de Puerto Rico admitió que el virus del Zika es un asunto serio y por ende algo bien grave. “No ha habido otra enfermedad contagiosa que haya tenido estos riesgos en la historia de la medicina del País”, confesó.
Por consiguiente, instó a la ciudadanía a que además de eliminar los criaderos de mosquitos usen repelente. “En la medida que sea posible vístase con pantalón y camisa de manga larga para evitar las picaduras. Si va a ir a la playa, en especial a aquellas donde hay desembocaduras de ríos, hay que usar primero protector solar y encima se pone el repelente para estar protegido”, comunicó.
Sobre los síntomas del Zika, el médico destacó que la fiebre es una leve de 38.5 grados, tendrá erupciones rojizas en la piel, dolor en los pies y manos y conjuntivitis. “Si tiene conjuntivitis vaya a su oftalmólogo porque ya en Brasil se han reportado casos de ceguera a causa del Zika y queremos evitarlos aquí”, expresó.
Exhortó a las personas a que vayan al médico ante cualquier indicio extraño en su salud porque algunos de los síntomas del dengue y chikungunya comparten similitudes con los del Zika y podrían confundirse.
Comunicó que el Departamento de Salud (DS) es el único laboratorio que puede hacer el estudio de Reacción en Cadena de Polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) para el DNA del virus. En el DS se están haciendo las pruebas por prioridad, primero mujeres embarazadas, luego los que están hospitalizados y después los demás. Urgió a las compañías aseguradoras a que respondan con el pago de estos análisis porque son muy costosos.
Añadió que todos los ciudadanos están en riesgo de infectarse con el virus. No obstante, sostuvo que además de la picadura otra forma de contagio es a través del semen y la saliva. Por lo que recomendó abstenerse de relaciones sexuales y besos profundos por lo menos por una semana tras conocer que tiene Zika.
Relacionado a los tratamientos a seguir tras un diagnóstico del virus, enfatizó que se recomienda descanso, para bajar la fiebre no tome aspirina, sino acetaminophen y mucho líquido. “Lo más importante es que use repelente para evitar que un mosquito lo pique a usted y el mismo mosquito pique a otro miembro de su familia y lo contagie también”, comentó.
Cuando se le cuestionó si el Gobierno debe activar la Guardia Nacional para ayudar con esta emergencia de salud, respondió que no y recalcó que es hora de que se activen los líderes de barrio y de las comunidades religiosas para que vayan por las casas ayudando a las personas mayores que no pueden eliminar los criaderos. “En este Año de la Misericordia, ayudar al vecino a vaciar sus drones y tiestos es un acto de misericordia”, aseguró.