La Sultana del oeste se volvió tierra de Reyes en 1994 cuando los Magos de Oriente hicieron su aparición a través de una invitación que les hiciera Padre Leonides Barreto para participar en la Catedral mayagüezana con motivo de la solemnidad de la Epifanía del Señor. Desde entonces los bautizaron como “Los Reyes de la Catedral de Mayagüez”.
Cabe destacar que esta tradición inició a petición de Padre José Acabá (Q.E.P.D.) cuando solicitó crear la vestimenta para los Reyes, quienes en 1987 formaron parte del Festival de Reyes de la parroquia San Antonio Abad de Añasco en el Sector Mayuco.
Para los tres su presencia más que tradición es folclor cristiano, por lo que mantienen firme su compromiso en la fe. “Nosotros somos Reyes todo el año, vivimos y sentimos a Jesucristo en nuestro corazón”, dijo Baltazar. Melchor aseveró que el compromiso también implica “vivir la fe durante el año, frecuentar la misa, participar de los Sacramentos, hacer la caridad afuera y estar dispuesto en diferentes etapas de la Liturgia a vivir esa realidad. La gente pensará que como somos Reyes somos santos, no, vivimos el día a día con sus vicisitudes”.
Además de su aparición principal los días 5 y 6 de enero en la Catedral, suelen visitar hospitales donde llevan alegría y esperanza a niños, adultos, enfermos y moribundos. “Cuando estamos en un hospital o cuando estamos con los niños hacemos énfasis en llevar el aliento de Dios, hacer la caridad con los demás, vivir el Evangelio en su plenitud que dentro de todo es dar a Cristo mismo”, comentó Gaspar.
Una peculiaridad de estos Reyes Magos es que sus vistosas vestimentas no solo varían todos los años de color y diseño, sino que para el 5 y 6 de enero utilizan vestimentas distintas confeccionadas por ellos mismos. Además, cada Rey cuenta con su propio paje cuya vestidura es cónsona con la de los Magos. Este año la vestimenta fue color negro y llevó tonalidades doradas o rojas, en solidaridad con el momento por el que atraviesa el país.
Durante sus décadas de vigencia han visitado distintos pueblos de la isla y en 2009 participaron de la Parada Puertorriqueña en Nueva York en representación de la ciudad mayagüezana. Según dijeron entre risas, lo único que les falta por hacer y no han podido es conocer personalmente al Santo Padre.
Conscientes de que en esta fecha lo importante es el Niño Dios que nace y es el Rey de Reyes, para Baltazar, este año tiene un significado especial. “Los Reyes tuvieron muchas dificultades, muchas vicisitudes en el camino, superaron muchos escollos, fue probada su fe. Yo creo que nosotros como pueblo en estos instantes, después de este evento, hemos superado escollos, estamos superando todavía muchos problemas, nuestra fe también fue puesta a prueba, pero, sin embargo, se ha mantenido. Como los Reyes que también llegaron a adorar al Niño, nosotros también venimos a adorar a nuestro Dios”, expresó.
Aseguraron que el mensaje que quieren transmitir es vivir la fe. “Dios nos llama para que nos identifiquemos y seamos muestra de que siendo Reyes nos postramos ante el Rey Todopoderoso. Sería bonito que la gente pudiera entender que eso es fe. Eso es vivir la realidad. La Navidad es un tiempo importantísimo porque es donde se hace realidad esa promesa de salvación. Donde Dios se hace humano como nosotros para que entendamos que Dios no está lejos y a la misma vez es Dios, Rey y hombre”, indicó Melchor.
Al cuestionárseles qué significa en una palabra para cada uno ser Rey Mago, Melchor dijo “la fe, porque según lo aprendí de mis padres, por esa fe conocí el amor de Dios y de María”. Para Gaspar fue plenitud, “porque es reconocer quién es la plenitud, quien lo puede todo y lo que nosotros componemos es porque Él mismo así lo ha querido y les ha dado vida a estos tres Reyes”. Mientras que para Baltazar fue alegría, porque “cuando tú buscas a Dios con fe y lo encuentras te llenas de alegría, en la alegría de vivir en Cristo”.