Como ya es tradición, Cáritas de P. R. y El Visitante se unieron por octavo año consecutivo para presentar la serie Pesebre de Amor. Este año el huracán María es el denominador común de seis de los siete casos que se reseñaron.
Amparo Carrasquillo, Yahisa Estremera, Amparo Maldonado y José A. Rodríguez Alvarado, perdieron sus casas y sus pertenencias a causa de de los vientos del huracán María a su paso por Caguas, Arecibo, Barranquitas y Salinas, respectivamente.
Ante esto Amparo Carrasquillo reiteró que al momento solo requiere de artículos personales como ropa y zapatos porque al momento no puede pedir más nada porque no tiene un techo donde vivir. Por eso se queda de forma intercalada en casas de sus hijos.
Mientras, Yahisa Estremera se está quedando en casa de unas amistades junto a su esposo y tres hijos de 6, 12 y 17 años. Actualmente hacen gestiones para rentar un espacio en lo que FEMA atiende la reclamación que sometió. Por ahora requieren una nevera, una estufa y lo que la gente quiera donarles, como ella mismo dijo. Además, de un trabajo para Yahisa que a consecuencia de la emergencia cerraron la tienda en la que laboró por los últimos 5 años.
José Aníbal Rodríguez Alvarado también lo perdió todo. Desde la casa de su hermana que vive cerca suyo, vio cómo las paredes de su casa se caían. Este hombre que perdió un ojo en un accidente, no pidió nada para él. A pesar de sus carencias luego del huracán salió a ayudar a su prójimo. José Aníbal tiene intenciones de reconstruir su casa, solo necesita los recursos económicos para hacerlo.
De otro lado, Nancy Meléndez Soto y Sandra Encarnación sufrieron la pérdida de sus pertenencias por las inundaciones que provocó el fenómeno atmosférico en Aguada y Luquillo, respectivamente.
La muerte del hijo de 23 años de Nancy, por causas naturales que tenía un padecimiento de salud mental coincidió con esta situación. Tras estar un tiempo en un refugio regresó a su casa con su otro hijo menor de edad. Aunque su casa no perdió el techo, sí se aflojaron varias planchas de zinc. Al momento sostuvo que necesita una puerta porque la que tiene no es segura. Así como de cualquier otra ayuda que la gente le quiera dar.
Sandra reside desde hace 3 meses junto a sus hijos de 13 y 18 años en una caseta de campaña en una cancha, luego de perderlo todo por la inundación que se metió en la casa en el Bo. Fortuna de Luquillo. Esta enfermera graduada desempleada está a la espera de conseguir una casa a través de un voucher que le otorgó el Departamento de la Vivienda. Por lo tanto, necesitará camas, un juego de sala, estufa y nevera. También está a la espera de un trabajo en un asilo de ancianos que no ha abierto porque falta de un permiso.
El último caso, es el de Mami Tere una centenaria que lleva 3 años encamada. Una hospitalización a mediados de año la inscribió en un hospicio para pacientes terminales por una condición pulmonar que padece. De eso ya han pasado 6 meses, le extendieron la ayuda por 2 meses más que se cumplirán a mediados de enero del 2018. Luego de esa fecha no cualificará para recibir más ayudas. Por eso solicitan pañales desechables, toallitas húmedas, suplementos para diabéticos y de ser posible una grúa para facilitar la movilidad de Mami Tere a quien hay que virar varias veces al día para evitar el desarrollo de úlceras.
Si desea colaborar con cualquiera de estos casos envíe su donativo a: Cáritas de Puerto Rico, P.O. Box 8812, San Juan P.R. 00910-0812 o llame al 787-300-4953 para más información.