Quizás hay quien a lo largo de su vida ha escuchado que “amar es una decisión, no un sentimiento” y se ha preguntado el por qué. Si bien un noviazgo está dirigido a formalizarse, para posteriormente formar una familia, hay que tomar en cuenta que el matrimonio no consiste únicamente en sentimientos por lo que va más allá de un “te amo”.
Fray Aníbal Rosario, asistente nacional del Encuentro de novios de la Arquidiócesis, expresó que, tomando como premisa que el matrimonio es un Sacramento y por consiguiente un deseo divino, el hombre y la mujer deben saber que el matrimonio “no es un proyecto del Senado ni de ningún código civil […] si no una institución divina”.
Explicó que la génesis para un feliz matrimonio es reconocer que es un don de Dios; segundo, estar llamado a vivir el carisma del matrimonio; y en tercer lugar, estar dispuesto a ser dador de vida a través de la sinceridad con el otro, entrar en la dinámica de conocer al otro y viceversa. “De esta manera, con la ayuda espiritual, la ayuda de la gracia, la oración, la confesión, los Sacramentos puedo vivir un matrimonio para toda la vida”, indicó.
Sostuvo que, así como se dice que “lo que Dios ha unido no lo separe el hombre” también se dice que “‘lo que Dios ha unido el hombre solo no lo puede preservar’, pues tiene que ser con la gracia de Dios”. Para ello se necesita participar de la misa, llevar una vida sacramental basada en la Confesión y Comunión, al igual que asistir a retiros para renovar el Sacramento matrimonial.
Como parte del ABC para un buen matrimonio dijo que “primero está el proyecto de Dios; segundo, yo en ese proyecto; tercero, una vida de transparencia, sinceridad; y cuarto, una vida de entrega al otro, que significa renunciar sin dejar de ser uno mismo. Para esto es indispensable la sinceridad, la transparencia, el diálogo, no tener miedo a la otra persona. Tenemos que ser y sentirnos libres para poder expresar nuestros pensamientos”.
Continuó diciendo que: “En el segundo plano, que vienen los hijos, es poner en su corazón a Dios. Lo mismo que estamos viviendo transmitírselo a ellos. Esto garantizará generaciones de futuros matrimonios conformes al querer de Dios”.
Invitó a las parejas que estén en el proceso hacia el matrimonio o ya casados a participar de un taller de Encuentro católico para novios donde se exploran y trabajan los pasos anteriormente mencionados. “Tengo la experiencia de que a quienes han hecho el retiro les ha sido de gran bendición ya que desconocían muchos elementos de ayuda para tener un mejor matrimonio”, aseveró.
De otro lado, tan reciente como el jueves, 27 de septiembre el Papa Francisco afirmó que “el matrimonio no es únicamente un evento ‘social’, sino que es un verdadero Sacramento que exige una adecuada preparación y una conciencia de la celebración”. Por eso señaló que “el vínculo matrimonial exige por parte de los esposos una elección consciente que ponga bajo el foco la voluntad de constituir juntos algo que jamás podrá traicionarse o abandonarse”.
En la exhortación apostólica Amoris Laetitia ofreció una serie de consejos a los novios. En ella les recordó la importancia de las virtudes, “entre estas, la castidad resulta la condición preciosa para el crecimiento genuino del amor interpersonal”.
Exhortó a que durante el noviazgo hablen “de lo que cada uno espera de un eventual matrimonio, de su modo de entender lo que es el amor y el compromiso, de lo que se desea del otro, del tipo de vida en común que se quisiera proyectar” y que tengan la capacidad de reconocer “incompatibilidades o riesgos” para “no exponerse a un fracaso previsible con consecuencias muy dolorosas”.
Propuso que el día de la boda oren juntos, “pidiendo ayuda a Dios para ser fieles y generosos, preguntándole juntos a Dios qué es lo que Él espera de ellos, e incluso consagrando su amor ante una imagen de María”.
Puntualizó que el casamiento no es el final del camino, pues el matrimonio es “una vocación que los lanza hacia adelante, con la firme y realista decisión de atravesar juntos todas las pruebas y momentos difíciles”.
(Los interesados en participar de Encuentro Católico para Novios pueden comunicarse al 787-201-3365 o 787-397-0165).
Nilmarie Goyco Suárez
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