Noemí Rivera, Licenciada en tecnología médica, precisó que a partir de la pandemia del COVID-19 y las pruebas de rigor para detectar el virus se ha podido trabajar bajo presión “con mucha precaución y sin temor”.
La Lcda. Rivera, con 28 años de experiencia en el Laboratorio de Salud Pública de Puerto Rico, es parte del equipo de trabajo que procesa pruebas rápidas moleculares de COVID-19 (ID Know Covid 19). Esta prueba se le realiza a los equipos de primera respuesta o first responders como denomina la Organización Mundial de la Salud (OMS) a las enfermeras, médicos, policías, bomberos y paramédicos (entre otros), que están en la primera línea de respuesta con el público ante una emergencia. Cabe mencionar que Rivera es producto de una familia sencilla y trabajadora de la Parroquia San Francisco Javier de San Juan.
Explicó a El Visitante que aunque es agotador por el aumento de casos, lo que más ha impactado la rutina de labores ha sido la indisciplina cuando varios deciden no seguir las medidas básicas de seguridad que el gobierno ha establecido para evitar la propagación del virus tales como el uso de mascarillas, el lavado constante de manos y el distanciamiento social.
“Estamos ante una pandemia, es decir todo el mundo está enfrentando a un enemigo que no se ve y apenas estamos conociendo. Esto no es juego, estamos en una situación muy grave por lo contagioso del virus. En mi caso, ingresar al laboratorio a trabajar es todo un reto, pues debo recordar todos los pasos correctamente a la hora de utilizar el equipo de protección al igual que cuando me lo debo quitar. Mi vida y la de mis seres queridos dependen de esto. Entonces cuando uno va al supermercado o a la gasolinera y ve personas sin mascarilla y sin guardar el debido distanciamiento como si no estuviéramos viviendo en una pandemia me genera un sentimiento de frustración. Tenemos que entender que esto llegó para quedarse y debemos adaptarnos a esta nueva realidad. Es de buenos cristianos seguir los protocolos establecidos y ser considerados sobre todo con lo relacionado a los aspectos de salud”, explica la Supervisora de Servicios del Laboratorio 1.
Con una confianza extrema en el Señor, esta valiente mujer nos confiesa que no teme contagiarse con el COVID-19, pues, diariamente se encomienda a Jesús Divina Misericordia y recuerda las palabras que su difunta madre le inculcó desde pequeña: “con Dios todo se puede” y “el miedo no es de Dios”. De este modo logra balancear cualquier temor. Además, indicó que Dios otorga el talento para que lo pongamos al servicio de los demás y que servir al prójimo a través de la ciencia es uno de los dones de la fe que más disfruta. Reconoció que dedica mayor cuidado y atención cuando trabaja con el material contagioso, pues está consciente que un error puede traer consecuencias fatales para ella, sus compañeros de trabajo y sus familias. Además, comentó participa de la Misa de manera virtual.
Finalmente, la Licenciada Rivera recordó que no es tiempo de bajar la guardia, sino más bien de reforzar las medidas de prevención, sobre todo el lavado de manos y el uso de la mascarilla. Esto aún te un aumento en los casos del virus. “La vida nos cambió para siempre, estamos en un proceso de ajuste. Estaremos bien siempre y cuando sigamos las medidas de seguridad recomendadas por la OMS y seamos astutos. Actuemos sin miedo, Dios está en control”, concluyó.
Vivian Colón
Para El Visitante