¿Qué es la Misericordia de Dios? Según la definición otorgada por Católico.net, la palabra misericordia tiene su origen en dos palabras del latín: “miserere” que significa tener compasión, y “cor o cordis” que significa corazón. Ser misericordioso es tener un corazón compasivo y empático. La misericordia, junto con el gozo y la paz, son efectos del perdón y del amor estos son dos grandes acciones a las cuales Jesús nos llama a vivir.

La Misericordia es el inmenso amor que Dios le tiene a la humanidad. Dios va revelando esa misericordia paulatinamente. Él crea todo cuanto existe de la nada, y con un orden perfecto (Gn. 1,2). El relato de la creación nos muestra, por un lado el poder y la omnipotencia de Dios (Gn. 1,1), pero por otro lado la inmensa misericordia con la que Dios nos ha creado.

En los libro de Génesis y Éxodo se nos narra el acontecimiento en el que José, el hijo de Jacob, llevó al pueblo de Dios a vivir a Egipto, a causa del hambre que había en aquella zona. El pueblo de Dios prefirió a Egipto antes que la tierra que Dios le dio como heredad (Gn. 46, 1-7). Mueren José y el Faraón Ex.1,8), y las relaciones se deterioran al punto de que el pueblo de Dios quedó bajo la esclavitud, perdió el sentido nacionalista, pues había abandonado la tierra que Dios le había regalado (Ex.1, 13-14). Este mismo pueblo perdió su religiosidad y el culto a Dios al asumir los dioses paganos de Egipto. Entonces, se sintió en su peor momento, cuando perdió su identidad, porque ya no se sentía el pueblo escogido. Fue en ese instante cuando el pueblo clama y pide a Dios un libertador (Ex. 2, 23-24). Yahvé, escuchó el clamor de su pueblo y envió a Moisés. Vino entonces suliberación, que esla acción amorosa de Dios, es su Misericordia.

Desde el Antiguo Testamento se viene anunciando el Reino de Dios, es decir, el día en que Dios ha de ser Rey del universo, Rey de todas las naciones (Sal.22, 28). Los profetas anunciaban que cuando eso aconteciera, las señales nos lo mostrarían, pues los ciegos verán, los mudos hablarán, los sordos oirán, los enfermos quedarán sanos, y hasta los muertos resucitarán. Uno tendría que preguntarse, ¿Cuándo ocurrió esto? Cuando Jesús comenzó su vida pública, cuando Jesús comenzó a predicar el Reino de Dios, y comenzó a realizar los milagros. Jesús era el Reino de Dios, un reinado de amor y justicia, en fin un reinado de Misericordia.

Como hemos visto, Dios nos ha creado por amor, por amor nos asiste caminando día a día en nuestra historia, y por amor nos salva (1Jn. 4, 12-16). El querer de Dios es que todo ser humano se salve. Es por eso que envía a su propio Hijo a entregar su vida, a morir por cada uno de nosotros. Jesús paga el precio de nuestra liberación del pecado, y de la muerte, otorgándonos su gracia y la vida eterna (Rm. 6,22-23). Esta acción es puro don de Dios, y es la obra redentora y misericordiosa de Dios para con toda la humanidad. El Papa Francisco ha dedicado este año a la Misericordia de Dios, por lo que debemos vivir y celebrar con entusiasmo, abriendo nuestro corazón a ese amor infinito de Dios.

(Revdo. Diácono  Wilfredo López Mora)

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