A partir del 1 de abril del 2016 entrará en vigor el impuesto por el valor añadido (IVA). Esto como una alternativa para paliar la crítica situación fiscal del País. Pero, ¿qué implicaciones tendrá en la economía puertorriqueña?
El Dr. Edgar Rodríguez Ríos, profesor de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR) en Ponce, definió el IVA como un impuesto al consumo que se parece al IVU que se paga actualmente, pero con la diferencia de que se aplica a toda la cadena de distribución. “Implica que todas las empresas desde el importador hasta el detallista van a tener derecho a reclamar un crédito por las compras que hagan, sea de un producto de reventa o para servicios”, especificó.
Igualmente indicó que si todos los créditos se dan y todo el mundo los reclama no debería haber un incremento en los precios para el consumidor. No obstante, admitió que “como el Gobierno ha puesto tantas exenciones en el mercado eso podría provocar que algunas áreas experimenten un aumento en costos”.
A su vez, señaló que un renglón que se verá impactado grandemente por el IVA es el Business to Business, mejor conocido como B2B. “Actualmente estas empresas pagan un 4 % y a partir de abril aumentará a 11.5 %. Aunque pagarán más con el IVA, podrán reclamar un crédito contributivo al que ahora no tienen derecho”, comunicó.
Cuando se le preguntó si el IVA ayudará a mejorar el problema de captación que por años ha tenido el gobierno con el IVU, el profesor de Economía respondió que sí. “Las empresas se van a auto regular una a la otra. Todas van a reclamar sus créditos y para eso será necesaria la factura que evidencia que ya se hizo el pago”, reconoció.
Aún cuando es posible que mejoren los recaudos, el Dr. Rodríguez Ríos reiteró que el tamaño del sector privado, que es el que pagará el IVA es cada vez más pequeño. Por ende, “eso, sumado a la cantidad de empresas que evaden el pago a Hacienda presenta un panorama poco alentador”. Añadió que: “El sistema como está ahora (en el que no hay exención contributiva en el pago de impuesto), más un IVA de 11.5 % crea un ambiente económico bien terrible al consumo y en la capacidad de riqueza del país”.
También criticó que se hayan eliminado las exenciones para la gente que ganaba menos de $20 mil que no pagarían impuestos y los que ganaban menos de $50 mil, que pagarían un poco. “Hicieron lo peor de dos mundos, no hay exenciones contributivas, no impusieron el 16 % como se contempló al principio, pero aprobaron un 11.5 % y eso es negativo tanto para el consumidor como para la creación de empleos”, puntualizó.
Relacionado a la idea presentada por dos representantes de la delegación novoprogresista en la Cámara Baja, para posponer la implementación del IVA hasta julio del 2017, el profesor de la PUCPR argumentó que eso no resolvería nada. “Al final permanecerá el 11.5 % de IVA sin ningun crédito contributivo al pago de impuesto. Esto redundará en un sistema privado más pequeño, más gente migrando, más empresas quebrando”, reiteró.
Dijo que: “Pese a que el IVA es un impuesto más eficiente que el IVU, causará que la gente invierta menos, que más personas se vayan del país porque es posible que se pueda recaudar más pero el sistema en su totalidad afecta la economía. No fomenta riqueza, empleo, ni la creación de empresas”.
Recomendó al Gobierno poner todo su esfuerzo para generar condiciones e incentivos para que haya inversión privada y a su vez la creación de empresas medianas y pequeñas. “Hay que buscar clientes fuera de Puerto Rico para que el sector privado sea mayor y más gente pague impuestos”, insistió.
Por último, instó a los jóvenes universitarios a que una vez concluyan sus estudios “se queden aquí para producir y generar empresas”.