El noviazgo no es un tiempo para pasar el rato, como quizás muchos jóvenes creen, sino que es la preparación para una vida junto al amor de tu vida. Y más que momentos bonitos y compartir juntos, es una decisión que requiere seriedad y compromiso. ¿Cómo es un noviazgo Cristo-céntrico y con propósito? Conozcamos la historia de Irving y Natalia… 

Con 24 años, Irving Flores es estudiante de Recursos Humanos y Finanzas, y trabaja como técnico de sonido y músico de cantantes católicos en la isla. Según expresó a El Visitante, ha pertenece a la Parroquia San Francisco Javier de Fair View en San Juan, a donde también asiste su prometida, Natalia Pérez de 23 años. Nat, como muchos le conocen, es estudiante de Ciencias Naturales con aspiración al doctorado en medicina. Poniendo al servicio de Dios sus dones y talentos en la danza, enseña y motiva a los más pequeños a danzar para el Señor. 

Irving y Natalia se conocieron en la pastoral juvenil de su parroquia en el año 2016. Al año siguiente tuvieron la oportunidad de ir conociéndose y, sin darse cuenta, de ir enamorándose uno del otro. Con el pasar del tiempo, luego del Huracán María decidieron dar paso al amor y oficializar su noviazgo. “Fue algo de Dios. Nos enfocamos primero en conocernos y aprender uno del otro. Siempre tuvimos – la intención – de tener un noviazgo con propósito y Cristo-céntrico”, manifestó Natalia. 

El noviazgo es la preparación para el matrimonio. Es un proceso de conocimiento, escucha, encuentro y espera como preparación para el sacramento del matrimonio. Sobre esto, Irving comentó que es vital e importante conocerse uno al otro, al igual que individualmente. “Si uno no se conoce y no se ama, ¿cómo puedes amar a la persona que tiene al lado?” 

Como todo proceso, existen momentos difíciles. La distancia quizás sería el factor más difícil y común en las parejas jóvenes que deciden emprender un camino pensando en el futuro. Aunque ambos residen muy cerca, Natalia decidió irse a estudiar a la zona central de la isla, e Irving se mantiene trabajando y estudiando en el área metropolitana, por lo cual el tiempo la planificación ha sido clave para pasar tiempo juntos. 

Sobre la clave para la comunicación en el noviazgo, ambos coincidieron que el secreto está en “hablar e interesarse por lo que la otra persona tiene que decir. Muchas veces escuchamos, pero no nos hacemos partícipes de las conversaciones”. Por su parte, Natalia añadió que también es escencial hacerle saber a la pareja cómo nos sentimos y tener paciencia con ello. 

“Yo creo que desde el principio se debería hablar – sobre el sacramento – porque se nos olvida que el verdadero fin del noviazgo es caminar hacia el matrimonio. Ahí es que uno toma la decisión de amar, y para esto hay que prepararse”, añadió Irving. Del mismo modo, Natalia agregó que es importante tener en cuenta las realidades de vida de cada uno para tomar las decisiones importantes juntos. 

Con Dios como centro, Irving y Natalia han podido ir descubriendo el camino y el propósito de su relación, teniendo conciencia de que con su vida y testimonio pueden ser modelos para otros. En el transcurso de su preparación hacia el matrimonio tuvieron la oportunidad de asistir a un taller de novios que los ayudó a tomar decisiones más adelante. 

A tan sólo escasos meses para su unión matrimonial, han identificado algunos retos y dificultades, entre los que destacaron buscar un hogar y tomar decisiones en conjunto, teniendo en cuenta los gustos y maneras de pensar de cada uno. Aún así, Irving y Natalia se sienten felices y emocionados por decir sí para siempre. 

Durante la pandemia surgió entre ellos la inquietud de transmitir el amor de Dios y su testimonio de noviazgo a través de las redes sociales en su página Irv & Nat, donde han recibido el apoyo de novios, amigos y familiares que los han motivado a continuar con su proyecto digital y noviazgo. 

Jorge L. Rodríguez Guzmán

j.rodriguez@elvisitantepr.com

Twitter: jrodriguezev

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