Un grupo nutrido de feligreses de la Diócesis de Fajardo-Humacao se dio cita el pasado jueves para participar de la Misa de la Aurora en honor a Nuestra Señora del Carmen, que se celebró en la Plazoleta de los Adoquines de lo que será la nueva sede obispal en Fajardo.
La misa en honor a la segunda patrona de la Diócesis fue presidida por el Obispo Monseñor Eusebio Ramos Morales y contó con la presencia de sacerdotes y diáconos de la Diócesis de El Yunque.
La celebración litúrgica, la primera que se realiza en lo que será la nueva sede del Obispado ubicado en los predios del Colegio Santiago Apóstol de Fajardo, comenzó con la entronización de una imagen de Nuestra Señora del Carmen seguida por los celebrantes.
Durante la homilía, Mons. Eusebio destacó que la devoción a Nuestra Señora del Carmen es una de las advocaciones marianas más difundida en Puerto Rico. Afirmó que también es conocida entre sus devotos como “Estrella del Mar” y “Patrona de los pescadores y marinos”. También mencionó que la Diócesis tiene varios templos con el nombre de la Carmelita.
“Hoy les pido que nos consagremos a María en esta advocación y pongamos todos nuestros proyectos y planes en sus manos y en su corazón y saldremos hacia adelante”, reiteró.
En la continuación de su mensaje, urgió a los feligreses a recuperar la espiritualidad profética: “Acogiendo la Palabra como María y entregándole nuestros corazones. Pidamos a Nuestra Señora del Carmen que interceda para superar la sequía que sufrimos, tanto física como espiritual”.
De otro lado, precisó que el obispado es el signo visible de que la Diócesis de Fajardo-Humacao existe y es una realidad. “Por eso es importante que lo conozcamos, lo hagamos nuestro y nos comprometamos en su construcción y culminación como primer proyecto diocesano”, dijo el Prelado.
Más adelante, el Obispo criticó a los políticos y líderes que ponen al lado su fe e identidad católica. “Por eso la dispersión, inseguridad, dependencia y esclavitud de ideologías modernas que atentan contra nuestra cultura e identidad cristiana, sumergiendo este Pueblo cada vez en una ola de desesperación y desintegración personal, social y moral”, señaló.
Al final de su homilía, Mons. Eusebio invitó a los fieles a tener una comunión fraterna y solidaria propia del pueblo católico en todas las comunidades parroquiales.
Instó a los matrimonios y a las familias a dar testimonio profético de evangelización: “De aquí la importancia y la opción de la Catequesis Familiar Integral. Ahora más que nunca estoy convencido de su urgencia y necesidad”.
Por otro lado, durante las ofrendas, además del pan y el vino se presentó el Plan Diocesano de Pastoral, la Catequesis Familiar Integral y la estola sacerdotal en representación de los clérigos y religiosas, además de implorarle a María que interceda por más vocaciones.
En un aparte con El Visitante, Mons. Eusebio confirmó que el propósito de hacer la misa en la nueva sede era crear expectativas para que la gente la conociera y se diera cuenta de lo que se ha logrado hacer.
Informó que en el proyecto ya se han invertido $1,017,000 que se obtuvieron del diezmo diocesano y de otros donativos.
“Queremos que la gente se entusiasme con los adoquines y le cojan cariño al obispado como el corazón de la Diócesis. Dependemos de la generosidad de nuestro pueblo para terminarlo”, reclamó.
Mientras, el arquitecto del proyecto, Manuel José Martínez Colón, estimó que el costo final del edificio oscilará en $1.5 millones. Aseguró que si se donan los 15,360 ladrillos que hay disponibles se paga la totalidad de la construcción.