Es posible que conozca a una persona que esté diagnosticada con la enfermedad de Alzheimer o una demencia relacionada con la misma, que incluye pérdida de la memoria. Esto se debe en parte al hecho de que, a medida que crece la población de edad avanzada, aumenta también la cantidad de personas afectadas por serios problemas cognitivos y de salud relacionados.
Recientemente la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos por sus siglas en inglés) alertó que junto con este cambio demográfico es preocupante el aumento de vendedores que buscan aprovecharse de la población al ofrecer productos que afirman, sin prueba alguna, que previenen, tratan, atrasan o incluso curan la enfermedad. Entre los medicamentos se encuentran productos comprimidos, cápsulas y aceites.
Según el comunicado, la venta de estas supuestas curas se venden principalmente por Internet. A menudo, con etiquetas falsas de suplementos dietéticos. Aunque en el mayor de los casos, los productos no tendrán ningún efecto en el paciente; de otro lado, pueden ser peligrosos para quien los consume. Además de no cumplir con el efecto asegurado, los ingredientes podrían interactuar y potencialmente interferir con los medicamentos esenciales que consuma el paciente.
De acuerdo con el el Dr. Scott Gottlob, comisionado de la FDA: “El Alzheimer es una enfermedad complicada que, desafortunadamente, no tiene cura. Los productos que hacen afirmaciones no probadas sobre algún medicamento pueden inducir a error a los consumidores y hacerles creer que tales terapias existen y evitar que accedan a tratamientos que se sabe que ayudan a aliviar los síntomas de la enfermedad, o peor aún, algunos tratamientos fraudulentos pueden provocar lesiones graves o incluso mortales. En pocas palabras, los fraudes médicos se aprovechan de las personas vulnerables, malgastan dinero y a menudo retrasan la prestación de atención médica apropiada, por lo que seguiremos tomando medidas para proteger a los pacientes y cuidadores frente a productos engañosos y de eficacia no demostrada”.
Por eso, ante el continuo incremento de ofertas fraudulentas, se recomienda que tenga siempre presente el refrán que dice: “Demasiado bueno para ser verdad”. A menudo, las compañías aseguran que sus productos son un “descubrimiento científico”. Por eso, antes de comprar o ingerir cualquier medicamento o producto sin receta médica, incluyendo aquellos etiquetados como suplementos dietéticos; consulte con su doctor o con un profesional de la salud para orientarse debidamente.
Actualmente se están llevando a cabo innumerables investigaciones científicas sobre la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, hasta la fecha no se ha encontrado ninguna cura o tratamiento que demuestre que puede revertir el avance de la enfermedad.
La FDA ha aprobado varios medicamentos recetados para tratar a las personas diagnosticadas con Alzheimer. No obstante, la mayoría de los medicamentos son más efectivos en pacientes que se encuentran en las etapas iniciales o intermedias de la enfermedad y, por cierto tiempo, pueden retrasar algunos de los síntomas como, por ejemplo, la pérdida de la memoria. Aun así, ninguno de estos medicamentos detiene o cura a la enfermedad en sí.
De otro lado, el desarrollo de tratamientos y la aprobación por parte de la FDA exige que se hagan investigaciones y pruebas clínicas para asegurar que cualquier fármaco nuevo sea eficiente y seguro. Para los pacientes interesados en tener acceso a los medicamentos experimentales, existen vías legales para hacerlo como, por ejemplo, participando en ensayos clínicos.
Para aprender más sobre la comercialización ilegal de ciertos productos que afirman tratar el Alzheimer y enfermedades relacionadas, visite www.fda.gov/alzheimershealthfraud..
(Fuente: www.fda.gov)
Nilmarie Goyco Suárez
Twitter: @NilmarieGoycoEV
n.goyco@elvisitantepr.com