Cada 4 años el país se prepara para el proceso eleccionario donde los candidatos políticos no tardan en dar a conocer sus propuestas y discursos con tal de ganar la simpatía de los electores. Sin embargo, hay quienes en su lealtad a los candidatos o partidos caen en el denominado fanatismo político, cuyas repercusiones no siempre tienen resultados positivos.

“Según la literatura, el fanatismo está condicionado a unas ideas enmarcadas a una realidad psicológica (como puede ser autoestima baja) donde de manera violenta quieren imponer unas ideas”, explicó Dra. Waleska Sanabria Lebrón, profesora de antropología social y cultural de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico en Ponce.

La experta precisó que el fanatismo se convierte en un problema porque el individuo busca imponer sus creencias, pues se cierra, no quiere escuchar las diferencias de ideas ni de grupos y se vuelve un punto de vista totalitario. Detalló que entre las características está que remite mucho en la historia, en el pasado y no se ubica en el presente sociológico. Mientras tanto el sujeto que cuestiona, tiene análisis crítico, se ubica en la realidad, en lo que está pasando en el aquí y ahora.

“En el caso de la política, el pensamiento extremista fundamentalista de hace 20 años hasta el presente ha mostrado un aumento en la violencia inter grupal, interétnica, violencia contra el género, así como violencia religiosa y con la propia política en donde literalmente tenemos genocidios u homicidios”, señaló la antopóloga bio socio cultural.

En cuanto al fanático político Sanabria advirtió que al imponer las ideas proyecta en su discurso que no tiene análisis crítico. Por consiguiente “en términos educativos es que no lleva a la auto reflexión. Ante este panorama cabe preguntarse: ¿por qué mi posición o postura política es necesaria? y ¿por qué o cómo esa necesidad en términos políticos va a generar algún cambio positivo en el grupo?”.

Asimismo sostuvo que por su parte la política lo que busca es proteger los derechos del colectivo pero también del individuo. “Esos derechos enmarcados en la libertad de ese individuo. En términos culturales y sociales es la posibilidad de moverme, de pensar, de coexistir con las diferencias que existen en mi espacio que son de clase social, de ideas y de grupo en términos generales”, señaló.

Respecto al panorama eleccionario que en esta ocasión cuenta con dos candidatos independientes a la gobernación, mencionó que ambos proyectan generaciones distintas que a su vez están moviendo los grupos marginados por los espacios políticos tradicionales. Por un lado, “se tiene a un hombre adulto, que aunque trabaja, proyecta una edad de retiro y por el otro, una mujer joven, trabajadora, madre soltera que está atrayendo el voto femenino”.

Sanabria Lebrón destacó que las candidaturas independientes proyectan la idea de cuestionar las propias estructuras tradicionales. Razón por la que contrario a las tendencias estadísticas que sostienen que los baby boomers votan más que las generaciones X, Y o millenials, esta ocasión se prevé que haya cambios.
Precisó que actuar con conciencia propia al ejercer el derecho al voto, significa que “estás viendo por ti como persona”, ya que el sujeto no se deja llevar sino que cuestiona la historia y el presente en el que se está viviendo.

En cuanto al impacto generado en las últimas décadas por el fanatismo político aseveró que es “como la gente dice en los pueblos: ‘La gente tiene lo que buscó’. La gente eligió unos candidatos en unas estructuras y las consecuencias de esas elecciones las tenemos hoy día”.

Aconsejó que: “Está en la gente no enajenarse, situarnos en lo que nos concierne y asumir la responsabilidad de que el país está en crisis y que independientemente de la política partidista hay que echar pa’lante y crear solidaridad de grupo”.

Los partidos son conscientes de que ya no están moviendo las masas, sino pocos grupos. La no participación a las convocatorias masivas, está haciendo ruido a los propios partidos que están haciendo el llamado a elegir los candidatos de su preferencia.

Al preguntársele si desaparecerán los partidos tradicionales aseveró que: “‘La materia no se crea ni se destruye, se transforma’. Subrayó que los partidos estarán obligados a transformarse, ya que la gente no cree en estructuras político partidistas clásicas, por lo menos la masa”.

Añadió que: “Aquí la gente está migrando de manera acelerada, mucho o igual que cualquier país que tiene una guerra civil y tenemos que enfocar discursos para la solidaridad, para mantener a la gente y apoyo colectivo, independientemente de las posturas político partidistas. Y que el elector sea consciente y tenga análisis crítico y sepa elegir. Que se pregunte: ¿para qué voy a elegir? ¿Que función tiene? ¿En qué me beneficia? ¿En que me va a ayudar?”.

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