Durante el inicio de las exequias de Mons. Iñaki Mallona, Obispo Emérito de la Diócesis de Arecibo, en la Parroquia San José de la Montaña en Lares el 4 de mayo se dieron cita el Obispo de Arecibo, varios sacerdotes y el pueblo de Dios para presentar sus respetos. En un aparte con El Visitante, Mons. Daniel Fernández Torres, Obispo de la Diócesis de Arecibo y quien fue ordenado sacerdote por Mons. Iñaki, lo recordó como un padre y buen pastor.
“Sin duda, nos hemos conmovido por el fallecimiento de Mons. Iñaki aunque sabíamos que estaba muy enfermo. Llegado el momento, ciertamente, afloran los sentimientos y nostalgia por su ausencia. El pueblo podrá expresar su agradecimiento y recordarlo como lo que fue, un buen pastor. Sin duda, le tengo un cariño muy especial y agradecimiento porque siempre me trató como un padre, fue quien me ordenó sacerdote y siempre estuvo muy pendiente de mí. Le estoy muy agradecido por su ejemplo y su testimonio”, detalló Obispo Daniel.
Recordó que antes siempre lo acompañó su buen humor, cercanía y sencillez. Además, señaló que las exequias se celebras en el contexto del tiempo pascual que es “tiempo en el que recordamos que Cristo venció a la muerte y nos hace participes de esa vida nueva de esa vida eterna”.
Para Padre José Dimas Soberal, quien fue Vicario General de Mons. Iñaki por varios años y quien lo acompañó durante los últimos 22 años, fue un pastor con un don de escucha. “Fue un pastor que sabia escuchar. Escuchaba a todos y era el último al hablar. Tomó la Diócesis sin organización y preparó un plan pastoral, se tenía una catequesis muy organizada. Ordenó un sinnúmero de sacerdotes, preparaba retiros para movimientos y fomentó un espíritu de unión. Fue un hombre humilde y entregado”, dijo sobre el legado del Obispo.
Estuvo con Mons. Iñaki en sus últimos momentos y especificó que su partida fue muy tranquila. “Fue un gran pastor que nos ha dejado un gran ejemplo, un gran pastor que nos ha dado mucha alegría y esperanza que es la que nunca debemos perder”, concluyó Padre Dimas.
Por su parte, Padre Luis Javier Rivera, párroco de San José de Lares, explicó que la despedida del Obispo Iñaki le generó emociones encontradas. P. Luis Javier fue ordenado por él en 2006, fue quien sustituyó en 2019 a los pasionistas luego de 6 décadas de presencia en la parroquia en Lares y es párroco de la iglesia que Mons. Iñaki fue párroco por 10 años. “Para mí es un momento muy especial que sea yo el párroco en el momento donde se le rinde tributo en el pueblo de Lares. Es muy querido para el pueblo y es un privilegio recibirlo en la iglesia donde se desgastó”, dijo P. Luis Javier.