(Primero de dos artículos)

El miércoles, 20 de junio en el salón Leopoldo Figueroa del Capitolio se realizó el foro Puerto Rico ante el reto del cambio climático: mitigación, adaptación y resiliencia con motivo del proyecto del Senado 773 que atenderá el fenómeno del cambio climático en Puerto Rico.

El mismo contó con la ponencia de Ada Monzón, meteoróloga y fundadora del EcoExploratorio: Museo de Ciencias de Puerto Rico; la Dra. Tarsila Seara, profesora e investigadora del efecto del cambio climático en las comunidades costeras y Coordinadora de asuntos marinos de la Universidad de New Haven; Dr. John B.R. Agard, profesor de ecología de isla tropical, director del Departmento de Ciencias de la vida en la Universidad de West Indies y Premio Nobel de la Paz 2007; y el Lcdo. Omar Ramírez Tejada, asesor ambiental en República Dominicana.

En su conferencia Puerto Rico y el cambio climático, Monzón aclaró que hay una diferencia entre clima y tiempo. “El tiempo es lo que cambia mientras que el clima es el promedio de todas las condiciones o parámetros meteorológicos en un largo periodo de tiempo y en él es donde se perciben los cambios”, indicó.

Subrayó que la temporada de huracanes 2017 consistió de 10 ciclones de forma seguida. “En la distribución de huracanes en el Atlántico Norte, por ejemplo, no estamos viendo que haya un mayor número de huracanes. Al contrario, hay una variabilidad natural de las que hay unos periodos más activos y menos activos. La señal de cambio climático se está reflejando científicamente cuando vemos huracanes categoría 4 y 5”, enfatizó.

Respecto al tema del cambio climático señaló que es una fuerza latente, que está vigente y es real. Sostuvo que hay un incremento de temperaturas que están ocurriendo actualmente que antes no. Aseveró que la intensificación rápida en ciclones tropicales es un asunto que compete a todos y que se han registrado aumentos hasta en la velocidad del viento de 35 mph en 24 horas, es decir más de una categoría en periodos de apenas un día vistos en los huracanes Irma y María.

“El 79 % de los huracanes mayores pasan por estos procesos de intensificación rápida, eso se proyecta que siga ocurriendo en un ambiente de calentamiento global. Por lo tanto, todos los esfuerzos tienen que ir dirigidos a eventos catastróficos. ¿Cómo es eso? ¿Qué tengo que pensar en eventos extremos? Sí señores. Nuestros planes, nuestra vivienda, en todo lo que hacemos todos los días. Tiene que considerar que tenemos que planificar para eso, porque si no lo hacemos los que vamos a perder somos nosotros. Desde nivel individual hasta pensando como país”, advirtió.

En términos generales se está observando un desbalance de la energía lo que provoca que los océanos se calienten más rápido de lo anticipado con consecuencias en la intensificación de los ciclones tropicales. Se espera que los cambios significativos se vean principalmente en los fenómenos de categoría 4-5.

Según dijo, la única forma en que se explica el fenómeno del calentamiento global es ante una correlación directa entre las anomalías de temperatura y la concentración de dióxido de carbono que están en unos niveles históricos sin precedentes. Entre los 10 años más calientes, el 2017 quedó en tercer lugar, el 2015 en segundo y el 2016 en el primero. En lo que va de 2018 el pasado mes de mayo fue el cuarto mes de mayo más caluroso en record globalmente.

Monzón destacó que el Prof. Aurelio Mercado, oceanógrafo, presentó en un estudio los resultados sobre el aumento en el nivel del mar y cómo el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín se afectaría como consecuencia de la inundación subterránea y el aumento del nivel del mar. Ante el hecho de pensar que en los próximos 20-25 años se tendría un lugar inoperante aseveró que es momento para cuestionarse.

“¿Qué va a pasar? ¿Hacia dónde nos vamos a mover? ¿Cuáles van a ser las soluciones de ingeniería que se van a traer para atender esa situación? ¿Cuánto presupuesto se asignará al cambio climático y a todas estas situaciones? Porque todo esto resulta en dólares y centavos. ¿Cuánto dinero hay para atender  todo esto?”, indagó.

Recordó que los extremos del calentamiento global se traducen en sequías e inundaciones y que tan reciente como entre los años 2014 y 2015 Puerto Rico vivió su última sequía. Por lo que hizo un llamado a las autoridades pertinentes a crear un balance en la toma de decisiones de política pública del país para atender situaciones como estas.

Como parte de su conferencia ofreció una serie de recomendaciones como: fortalecer las prácticas de manejo de emergencias, crear una política de control de gases invernadero (contener y no empeorar), implementar el uso de energía renovable, crear una oficina de climatología con recursos dedicada a mejorar infraestructura, manejar record de data climática y educación, entre otros.

Por último, compartió que: “Nuestra isla está frágil porque los suelos están inestables, la gente no está preparada emocionalmente. Si tuviéramos que dar otra noticia como esta, no sé cómo lo vamos a trabajar. […] Hagan pequeños cambios en su vida, eviten los excesos, tratemos de contener nuestra huella en el mundo y en Puerto Rico”.

Al cierre de esta edición se confirmó la aprobación del P. del S. 773. En la próxima edición se ofrecerán detalles de los otros temas discutidos.

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