“Es la hora de evangelizar”… Con esta frase José Pepe Alonso, mejor conocido por su programa “Nuestra Fe en Vivo” en EWTN, emisora televisiva fundada por Madre Angélica, habló a El Visitante sobre la importancia de la evangelización.

Pepe Alonso que hace unos meses visitó la Isla e impartió de talleres en la Parroquia Santa Bernardita, expuso lo esencial que resulta que los católicos proclamen y evangelicen con la verdad de Cristo Jesús.

Cabe destacar que Pepe Alonso, quien es mexicano y hace 35 años vive en los Estados Unidos, tiene un apostolado que muchos no conocen. Casado, con tres hijos y varios nietos, Alonso además de ocuparse de su producción en la emisora católica dedica tiempo a otra misión muy especial.

“Mucha gente me conoce por mi participación en el canal católico de Madre Angélica: EWTN. Y piensan que vivo en Alabama, y que es mi única actividad como Iglesia. Pero mi trabajo más rutinario es lo que creo que es hoy una urgencia en la Iglesia Católica: la formación de evangelizadores católicos”, indicó.

Alonso, quien reside en Miami, Florida, cuenta con una asociación católica cuyo nombre es Kerigma. La misma está dedicada a la formación de evangelizadores católicos. Esto le permite trabajar con parroquias, con movimientos y con las Diócesis, ayudándoles a la formación de hombres y mujeres de fe. “Muchas veces pensamos que la evangelización es una labor exclusiva de la Jerarquía. Pero todos estamos llamados a este trabajo”, puntualizó.

No obstante, este llamado de ‘evangelizar’ hoy día no es nada nuevo. “Siguiendo la línea de lo que los Papas, y desde el Concilio Vaticano II nos han dicho, es la hora de evangelizar”, expuso. Además, recalcó que todo el pueblo de Dios está llamado a involucrarse en “la misión de la Iglesia de llevar a Cristo, de llevar adelante el Reino de Dios”.

Para Pepe Alonso, este es un tiempo de gran urgencia para predicar, para evangelizar al mundo tan necesitado del Señor. Por eso, señaló que todo “católico, todo bautizado”, todo aquel que se sienta parte de la “misión de la Iglesia”, no puede estar simplemente como espectador, sino que tiene el compromiso cristiano de ser partícipe de esa gracia divina. Sí, de esa gracia de proclamar la Palabra, así como lo pidió Jesús: para el arrepentimiento, para el perdón de los pecados y para invitarlas a que se conviertan.

No obstante, este trabajo no es fácil. Alonso reconoce que la conversión no ocurre de un día para otro. Y que también se debe dar testimonio de fe con su propia vida.

“En mi México, toda mi formación religiosa e intelectual fue con los jesuitas. Hasta mi Carrera universitaria fue con los Jesuitas. Pero llegó un momento de mi vida que yo me aparté de la Iglesia”, confesó. “Me enfrié en mi vida sacramental y por tanto me aparté; una temporada en la que yo estuve lejos de la Iglesia, lejos del Señor”, agregó.

Pero para Gloria de Dios, Alonso tuvo un encuentro con Jesucristo que le hizo regresar a casa. “Dios tuvo misericordia de mí, y en el año 1972, un 20 de septiembre, tuve un encuentro con Jesucristo. Yo digo que antes sabía de Jesucristo, pero no conocía a Jesucristo”.

Mientras el Señor fue trabajando con Alonso, su vida ya no fue la misma. Jesús en su infinito amor y misericordia por su amado siervo Pepe, cambió la dirección de su vida.

“Después de un año de este encuentro con Jesús, yo empecé a trabajar a tiempo completo para el Servicio del Reino de Dios. Y me encuentro todavía en esta misma dicha de poder ser un miembro activo de la Iglesia”. Ciertamente, Alonso está feliz por todas las bendiciones que el Señor ha traído a él y a su familia, pero reconoce que por la “gracia de Dios” es quien es hoy.

En cuanto a la fe que se vive en Estados Unidos, Pepe Alonso hizo unas revelaciones muy esenciales acerca de la vivencia cristiana de esta nación. Y en especial en un tiempo en que la presencia hispana en Norteamérica es, como bien indicara, de “gran importancia”.

“Yo estoy seguro que Dios ha permitido esta presencia de gente de tantos países que ha tenido que emigrar por razones políticas o económicas a Estados Unidos. Creo que es la sangre fresca que Dios quiere inyectar a la iglesia norteamericana […]. Así que es de gran importancia ayudar y formar al pueblo hispano”. Al respecto, algunos de los ejemplos que daba Alonso eran sobre el valor que tiene para el hispano la familia al igual que sus devociones y la celebración de la vida. “Creo que el papel hispano es clave, y no para el futuro, sino para el presente de la Iglesia total norteamericana”.

Como mexicano, Alonso ciertamente ama a la Guadalupe. No obstante, quiere dejar claro que la Virgen de la Guadalupe es algo más que una devoción. Y que el mensaje que Dios envió por medio de ella en el año 1531, tiene vigencia actual. Además indicó que la Virgen de Guadalupe, emperatriz de América, “fue la inculturación del mensaje que Dios usó para nuestra América. Para traernos un mensaje que quizás no estaba llegando a través de los españoles, sino a través de la cultura de nuestro pueblo”, reflexionó.

Para este hermano en la fe, Pepe Alonso, la evangelización es esencial en la vida de todo católico. Y como bien indicara, haciendo alusión al mensaje del Papa Francisco de que ‘hay que salir’, ‘hay que ir por esas ovejas que están lejos’, porque el tiempo apremia y el Señor cuenta con sus hijos e hijas.

Por eso, “es tiempo de dejar de calentar la banca, de estar muy tranquilos, y dejar que otros lo hagan. Todos tenemos que salir; porque el mundo necesita desesperadamente el mensaje de la Buena Nueva de Cristo Jesús”, concluyó.

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