Al mencionar la condición de epilepsia, la mayoría lo asociará con una persona en el suelo, que está realizando movimientos involuntarios, y que entre otros síntomas pierde el conocimiento, pero esta condición neurológica es mucho más que un ataque.

Así lo confirmó Alex Ramírez Torres, vicepresidente ejecutivo de la Sociedad Puertorriqueña de Epilepsia, cuando explicó que un ataque de epilepsia también puede reflejarse con un bajo aprovechamiento académico, problemas de memoria y cambios de temperamento, entre otros síntomas.

“Hay muchas manifestaciones de esta condición dependiendo del área del cerebro que se esté afectando. Hay unos síntomas más elocuentes como los que se caen al piso, pero hay otros que son casi imperceptibles como el ataque de ausencia. Esto ocurre cuando el niño o el adulto se queda con la mirada fija perdida, por un período corto de tiempo donde no tiene contacto con la realidad, está inconsciente. Son síntomas sutiles, pero que causan el mismo daño”, precisó.

Informó que la epilepsia afecta a 2 % de la población a nivel mundial y son los niños y jóvenes (menores de 21 años) al igual que las personas de la tercera edad los más propensos a desarrollarla. Aunque puede manifestarse en cualquier etapa de la vida de una persona. A su vez indicó que es una condición crónica y progresiva. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud la cataloga como tratable.

“El 70 % de las personas con epilepsia responde favorablemente al tratamiento de manera adecuada. Hay mucha esperanza porque siete pacientes de cada diez pueden controlar los ataques con medicamentos”, señaló Ramírez Torres. Asimismo especificó que al momento cuentan con más alternativas farmacológicas. No obstante, a pesar de que existan tantos medicamentos no se ha logrado aumentar el número de personas controladas de la condición, pero sí se han reducido los efectos secundarios de las medicinas.

Sobre cuántas personas sufren de epilepsia en el país, expresó que: “Tristemente no hay registro sobre cuántos casos hay, sino unas proyecciones de estimados que indican que hay 30 mil a nivel Isla”. Del mismo modo, compartió “que hay un 30 % que no responde al tratamiento con medicamentos, pero para ellos tenemos otras alternativas como la cirugía que es un tratamiento más invasivo y se utiliza en casos de epilepsias intratables o refractarias”.

Relacionado al diagnóstico de la epilepsia expresó que no hay una prueba específica para certificar la condición. El neurólogo se basa de un electroencefalograma que recoge la actividad eléctrica y otras pruebas además del historial del paciente.

Mencionó que los partos prematuros, niños que su madre consumió drogas y alcohol durante los meses de gestación, bebés que nacieron morados por falta de oxígeno o que sufrieron daño a nivel neurológico antes de nacer podrían desencadenar en epilepsia. Al igual que aquellos que sufrieron algún trauma en la cabeza, ya sea por una caída o un golpe, consumo en exceso de drogas y alcohol así como pacientes de bulimia y anorexia, entre otros.

Mientras, dijo que en los mayores de 65 años o más, la epilepsia se manifiesta por diferentes causas entre ellas “por problemas cerebro vasculares. Cuando el corazón no tiene la misma energía, ni la fuerza para llevar suficiente oxígeno y sangre al cerebro”.

Por otro lado, el Vicepresidente de la Sociedad Puertorriqueña de Epilepsia lamentó que: “La epilepsia se ha convertido en una condición tabú donde a la gente le da temor hablar sobre ella. Esta condición está rodeada de un prejuicio social donde se piensa que estos pacientes no son capaces de aprender, trabajar y llevar una vida normal. Tengo que decir que muchas personas con epilepsia se han destacado en diferentes campos como la ciencia, los deportes y la literatura por mencionar algunos”.
Al final aseguró que el fin primordial de la entidad está enfocado en la educación. “La herramienta más grande que tenemos es orientar a los maestros para que nos ayuden a identificar tempranamente posibles indicadores en los niños y evaluarlos a tiempo. Las repercusiones a largo plazo que trae una epilepsia no identificada y tratada afectarán las funciones normales de ese niño o adulto”, aseguró.
Para comunicarse con la Sociedad Puertorriqueña de Epilepsia puede llamar al (787) 782-6200.

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