La pulmonía es una enfermedad, que muchas personas la asocian y hasta creen que es la influenza, esto tiende a crear confusiones en la ciudadanía en especial en adultos de 65 años o más. La pulmonía es una condición diferente a la influenza aunque con síntomas similares, pero son dos condiciones distintas que hay que tratarlas de manera separada.
La pulmonía es una infección que afecta los pulmones y cada año millones de personas en todo el mundo padecen de esta enfermedad. Un promedio de 27 puertorriqueños son diagnosticados con esta afección diariamente.
Según el doctor Ariel Cruz, especialista en geriatría, (especialista en tratar a pacientes de la tercera edad), la mayoría de las personas que tienen influenza no tienen pulmonía, aunque los síntomas son parecidos. “Los síntomas principales de la influenza son: debilidad generalizada, mucho dolor en todo el cuerpo y cansancio extremo. La condición puede durar como máximo entre tres a cinco días”, describió.
Mientras, dijo que: “Los síntomas de la pulmonía más comunes son: tos seca y persistente al principio y luego tos con flema, cansancio, fiebre, escalofríos con temblores muy violentos, dificultad para respirar, dolor de cabeza, confusión, falta de apetito, baja energía, fatiga, malestar, dolor agudo cuando tose, náuseas y vómitos, mucha sensación de orinar, deshidratación y descontrol en su diabetes. La pulmonía si no se atiende a tiempo puede empeorar cada día y la persona puede estar hospitalizada por semanas”.
Por su parte, el doctor Álvaro Aranda, neumólogo estimó que en Puerto Rico, el riesgo de contraer pulmonía aumenta con la edad. “Una persona saludable con 65 años o más tiene 45 veces mayor probabilidad de contraer pulmonía que una de 50 años o menos. Por otro lado, si la persona, ya tiene una condición como diabetes, el riesgo que le dé pulmonía es tres veces mayor que alguien saludable. Si tiene problemas cardíacos o es fumador el riesgo aumenta cuatro veces. Si es alcohólico o asmático, seis veces. Si padece de una enfermedad pulmonar el riesgo, aumenta siete veces más y si padece de dos o más condiciones de salud como por ejemplo alta presión, diabetes y asma la probabilidad de contraer pulmonía aumenta nueve veces”, expresó.
Las causas que provocan la enfermedad de pulmonía son los microbios llamados bacterias, virus y hongos. En los adultos, las bacterias son la causa más común de pulmonía. Las bacterias y virus que viven en la nariz, los senos paranasales o la boca pueden propagarse a los pulmones. Según el geriatra, la pulmonía puede transmitirse de persona a persona cuando tose y cuando hay una mala higiene en el hogar y los alrededores.
El tipo más común de pulmonía es la bacteriana mejor conocida como el neumococo. En los Estados Unidos la enfermedad neumocócica mata a miles de adultos, anualmente, mayores de 65 años. La pulmonía en adultos de 65 años o más tiende a ser más grave porque por su edad el paciente está más débil y porque el diagnóstico puede tardarse principalmente por aquellos síntomas que pueden parecer influenza. Los pacientes de 65 años o más, en su mayoría tienen que ser hospitalizados por pulmonía para tratar y curar la condición lo antes posible.
El Dr. Cruz, recomendó que cuando tenga alguno de los síntomas acuda a su médico generalista, geriatra o neumólogo. A través de una placa de pecho el médico podrá diagnosticar si tiene pulmonía o no. Y dependiendo del resultado será el tratamiento que puede incluir hospitalización.
Para evitar contraer pulmonía debe vacunarse. Cabe mencionar que esta vacuna se administra solo una vez en la vida, contrario a la de la influenza que debe ponerse anualmente. Irónicamente, según el doctor Aranda, uno de cada cuatro adultos lo piensa más de dos veces para vacunarse.
Además, para evitar esta enfermedad el geriatra, aconsejó mantener una buena higiene personal y en el área que reside, tomar vitamina C y complejo B. También, debe hacer ejercicio aunque sea de bajo impacto.
(Rosa Delia Meléndez )