La calma en el cielo nocturno en una noche estrellada parece inquebrantable hasta que en menos del parpadeo del ojo aparece ese destello rápido y luminoso. Fue una estrella fugaz…

Desde la antigüedad más remota se han relacionado a los cometas, estrellas y otros acontecimientos en el cielo con los sucesos en nuestro planeta y en la vida de los seres humanos. Alguno diría que siempre hay oportunidad de encontrar coincidencias. Si no sucedía la desgracia esperada, significaba que Dios se compadeció por los sufrimientos causados por la penitencia practicada. Esto es un concepto errado de la misericordia divina.

La lluvia de estrellas fugaces son partículas de polvo cósmico, gases y hielo de los cometas que han pasado cerca de nosotros. Estas partículas quedan en áreas determinadas cerca de la órbita terrestre y cuando nuestro planeta pasa por allí, estas partículas entran a la atmósfera y se van desintegrando hasta “explotar”, debido a la fricción causada por su velocidad, creando un maravilloso e inofensivo espectáculo repleto de educación, una lluvia de luces veloces por la bóveda celeste. En fin, un acontecimiento natural digno de disfrutar en familia.

Las estrellas fugaces que se pueden apreciar con mayor intensidad en Puerto Rico son varias.

Las Géminis, que parecen originarse en dicha constelación, acontecen entre el 13 y 14 de diciembre. Y las Cuadrántidas, que parecen originarse de una constelación ya extinta conocida como Cuadrans, que ocurren entre el 3 y 5 de enero.

Las partículas más grandes se conocen como bólidos y causan un ruido parecido al que causa el agua cuando hierve. De hecho, es más fácil escuchar este ruido por medio de un radio infrecuencia AM. La mejor forma de disfrutarlas es mirar hacia el cenit (parte del cielo que está sobre nuestra cabeza) luego de las 12:00 a. m., cuando ocurre su punto de mayor actividad.

También existen las Perseidas, conocidas también como las “Lágrimas de San Lorenzo”, pues coincidieron con el día en que se conmemoraba el santo. Ocurren entre el 16 de julio y agosto 24 en el hemisferio Norte. Fueron observadas en China desde el año 36 y son causadas por residuos dejados por el cometa Swift-Tuttle que nos visita cada 111 años. En un cielo oscuro y despejado se puede observar una estrella por minuto.

Por otro lado, las tormentas meteóricas se refieren a lluvias de 1,000 estrellas fugaces por hora (83 cada 5 minutos). Las Alfa Monocerótidas proceden de la constelación del Unicornio (Monoceros) entre el 15 al 25 de noviembre, con un máximo de actividad del 21 al 22 de noviembre. En el 1995 se vieron 420 estrellas fugaces en un periodo de 5 minutos, aunque la cifra puede variar mucho cada año. Los estudios apuntan que pudiera haber un estallido extremo de actividad durante el período del 2018-20.

Finalmente, los cometas son una aglomeración de residuos de material expulsado durante la explosión de una estrella. Estrellas y cometas son fundamentales en la creación de la vida. En los primeros aparecen los elementos y en los segundos se encuentran los aminoácidos esenciales para el proceso evolutivo de los planetas que reúnen y armonizan los factores necesarios para ese milagro.

Primero aconteció la creación y las estrellas no nacen ni se forman por sí solas. Aunque todos estos cuerpos celestes son trascendentales para el universo, no tienen poderes sobrenaturales sobre los seres humanos como el de influenciar la economía, la política, el sistema de salud, el sistema eléctrico o las relaciones personales en nuestro planeta o de Puerto Rico. No aumentan ni disminuyen el amor, la suerte, la salud o dinero.

Francisco G. Arana Vélez

Lcdo. en Ciencias Ópticas y miembro-fundador de la Sociedad de Astronomía de P. R.

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