El embarazo suele ser una de las etapas más significativas de una mujer. Por ello, contar con el apoyo necesario para tener un proceso exitoso será clave. Es ahí cuando muchas se dan a la tarea de buscar alternativas que las guíen a lograr ese propósito. Sin embargo, aunque cada vez son más las que optan por los servicios de una doula, no a todas les resulta familiar.
La palabra doula de origen griego, se pronuncia “dula”, significa “esclava” y se refería a la mujer que servía a otra mujer u hombre. Se trata de “una persona cuya función principal es brindar apoyo en el cuidado físico y emocional de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio (período que transcurre desde el parto hasta que la mujer vuelve al estado ordinario anterior a la gestación); así como en el apoyo durante la lactancia y crianza”, explicó Madeline Viera, doula de parto y posparto, educadora perinatal y lactancia.
Contrario a lo que se cree, Viera aclaró que la función de una doula es distinta a la de una partera. Esta última es profesional de la salud que está encargada del cuidado prenatal de la mujer y provee ayuda en el proceso del parto. Mientras que la doula además de apoyar a la madre y su pareja, no interfiere con el personal médico.
La también Directora del programa Una doula para cada familia que se lleva a cabo en el Hospital HIMA San Pablo en Bayamón especificó que la doula conoce la fisiología del parto por lo que sirve de guía a la mujer durante el proceso mediante la práctica de masajes, posiciones y ejercicios con los que se evitan el uso de fármacos durante el alumbramiento así como la posibilidad de una césarea. Aclaró que existen diferentes tipos: doulas de parto, de posparto o de ambas, de puerperio, para cesárea, de duelo o de comunidad.
Sobre otros beneficios que proveen indicó que “estudios sostienen que el apoyo de estas hace que la mujer se sienta mucho más segura y que la experiencia de parto sea una diferente. Las mujeres cuando van al parto lo hacen con temor, especialmente cuando son primerizas. Además, el apoyo posparto puede ayudar a la mujer a tener menor incidencia de padecer depresión posparto y una lactancia exitosa”.
Explicó que, desde el primer trimestre se debe solicitar el servicio, ya que a lo largo del embarazo la doula establecerá un vínculo con la mujer para tener confianza y conocer las expectativas de lo que esta desea para su parto. Aseguró que en su rol nunca imponen su opinión ni influyen sobre la embarazada para la toma de decisiones.
En cuanto a su experiencia, Viera quien tiene especialidad en medicina placedentaria, comenzó su labor de doula hace unos 9 o 10 años. Actualmente, atiende unos ocho partos anuales, por lo que ha brindado apoyo en alrededor de 45 a 50 partos. Al respecto expresó que cada mujer es diferente, “hay quienes tardan un día en dilatar y otras solo necesitan 1 hora”.
Una vez inicia el proceso de parto, hacen uso de su conocimiento para hacer de la experiencia una lo más natural y placentera posible procurando que haya conexión entre el bebé y la mamá. Al culminar se mantienen presente en el posparto inmediato, conocido como las 2 o 3 horas desde que el bebé nace y la madre está en la habitación, para ayudar a la pegada del bebé. De igual modo, si fue cesárea pasan a recovery para cualquier acomodo necesario.
Posteriormente, unas 24 horas después van al posparto intermedio y están de 2 o 3 horas con la nueva mamá dándole apoyo. A parte de las visitas, dan seguimiento por espacio de dos semanas.
Para Viera, este “es un mundo bien interesante, a mí me apasiona mucho. El nacimiento es una de las experiencias de mayor empoderamiento en la vida de una mujer y en la de una doula, ver nacer a un niño, te cambia, te transforma”.