Nuestro ministerio en Renovación Conyugal es reforzar y alentar a la pareja en medio de las dificultades que siempre estarán presentes. No siempre lo conseguimos, a pesar de la buena voluntad, que no se cuestiona. He aquí casos de la vida real marcados ab initio con el divorcio.
Caso 1: Desde la luna de miel mostró él un celo enfermizo y aprisionador hacia ella. Tanto que ni le permitía visitar a sus padres. Ella se cansó. A pesar de que él reconoce su error, ella, drenada en esos primeros meses, no quiso darle oportunidad… Se divorciaron a los 6 meses de la boda.
Caso 2: Él americano irlandés, ella puertorriqueña negra, una preciosidad. Convivieron 6 años y deciden sacramentar su relación. Se casan por la Iglesia y vuelven a Estados Unidos donde antes vivían. Pero la familia de él no la aceptaba a ella por negra. Racismo cruel. Ella, profesional y bien preparada, no consigue trabajo por allá y decide regresarse. Él hace el sacrificio de acompañarla, pero entonces él, abogado, sin reválida en Puerto Rico y sin buen español, no consigue trabajo aquí. Ella lo recrimina porque no trabaja. Cansada, al final, le obliga a regresar con su familia y se divorcian a los 2 años y medio de la boda.
Caso 3: Divorciados a los 3 años y medio. No han usado sabiamente el dinero. Él gasta en todo lo superfluo; se quedan hasta sin comida. Él no comparte nada del hogar, solo trabaja en lo suyo hasta altas horas de la noche. Ella, sola, decide irse con su papá. Él se molesta y le dice que si vuelve, será solo con sus condiciones. Machismo, no hay acuerdos. Ella no vuelve.
Caso 4: En el taller de novios ella expresa la duda de casarse, porque no ha podido sacarse del corazón un novio anterior. No siente tanto por este novio. Se le aconseja que sea sincera totalmente con él, que se separen entretanto, pero como ya todo está preparado para la boda, se casa. Divorciados al mes de la boda.
Caso 5: En el taller él dice que sabe de matrimonio más que nadie, que está aquí por cumplir; que lo que dicen lo podrían haber dado en una mañana. Él está en cocaína y ella lo sabe. En los baños los auxiliares encuentran el fatal sobrecito. Se casan y su irresponsabilidad y egoísmo llegan al máximo. Ella dice que puede luchar con otra mujer, pero no con la cocaína, y se va. Divorciados al año de la boda.
Caso 6: Esta pareja se divorció al año de la boda. Un año de novios. Él le lleva 15 años a ella. No quiere hablar, ni cuestionar su forma de hacer las cosas. Él sabe más que nadie.
Son casos en que tristemente las parejas no enfrentan con realismo las dificultades que cada uno trae. Casos de personas que suponen que el matrimonio triunfa sin trabajo continuo por mejorarse. Es como el que deja en la playa dos lanchas sin amarrar y se extraña de que, al despertar, estén como a 100 pies una de la otra. En el fondo, son parejas que utilizan el matrimonio como una camisa desechable. Ven el matrimonio como un instrumento para usar según mis caprichos y visiones de vida. Y la pena es mayor, porque fueron parejas que buscaron alguna orientación antes de dar el paso sagrado de comprometerse ante Jesús, aceptando la misión de un hogar, pero todo fue inútil. Como el que quería tocar guitarra, pero sin emplear largas horas en dominar las cuerdas y los tonos.
P. Jorge Ambert, SJ