La Iglesia en el mundo digital, el proyecto vocacional y la fraternidad en tiempos de la pandemia fueron algunos de los temas que Mons. Luis F. Miranda, O. Carm., Obispo de la Diócesis de Fajardo-Humacao, conversó con El Visitante en entrevista. Esto a nueve meses del anuncio de su nombramiento como Obispo y a seis meses de su ordenación episcopal.

Iglesia que habita el continente digital

“La pandemia nos transformo el mundo. Esto no va a ser como era antes. Pero, también hemos tenido bendiciones. Las redes -sociales- han ayudado mucho, la misa digital también. Hemos llegado a todas las salas de nuestros feligreses. Ha sido una bendición grande”, destacó el Obispo de la Diócesis de El Yunque sobre la Iglesia en el mundo virtual. Del mismo modo, explicó que si San Pablo hubiese vivido en estos tiempos, de seguro hubiese utilizado la plataforma digital para evangelizar. El mismo San Juan Pablo II hablaba del sexto continente para referirse al mundo digital y la evangelización que se debe emprender allí.

Prioridad: vida de familia y las vocaciones

Aunque ha dedicado tiempo a visitar sus comunidades con las complicaciones de este tiempo en el período de medio año, dejó claro que sus prioridades son la familia y dar prioridad al proyecto vocacional. Comentó: “Creo mucho en la vida de familia, que la Diócesis sea una familia y creo que se esta logrando. Que vean al Obispo como un hermano dentro de la comunidad. También tenemos un reto que es el seminario. Pero gracias a Dios los jóvenes están tocando las puertas de nuestro seminario. Yo sé que dentro de un tiempo no tan largo vamos a tener ordenaciones aquí en nuestra Diócesis de Fajardo-Humacao”.

Fraternidad en tiempos de la pandemia

Fe, esperanza y caridad fueron las virtudes que el prelado invitó a dar prioridad en este tiempo de Cuaresma 2021, en alusión al mensaje del Papa Francisco. Del mismo modo, explicó que la fraternidad debe destacar al cristiano en tiempos del Coronavirus. “Es muy importante tenerla presente porque más que nunca vivimos esta experiencia De Dios, esta vivencia De Dios la tenemos que proyectar a los demás. Y todos somos familia. No podemos perder la esperanza. Estamos saliendo de esta crisis que ya casi llevamos un año. Ya se ve una luz al fondo del túnel. Es lo importante. El cristiano vive de esperanza porque Dios no defrauda a nadie”, concluyó.

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