Eterna es su misericordia”, (Sal 136).
Fijar la mirada en el padre amoroso, amable, benigno, paciente y que nos llama a acercarnos a la Confesión es uno de las actitudes a la que llama este Jubileo Extraordinario de la Misericordia, como explica Mons. Juan Rodríguez Orengo, vicario de Pastoral de la Diócesis de Ponce, ante el inicio del Año Santo. Precisamente, fue la apertura de la Puerta Santa en Roma el pasado 8 de diciembre lo que marcó el comienzo de un período para que la Iglesia profundice en la infinita misericordia de Dios.
Peregrinar a catedral
Como el mismo Papa dice en la Bula Misericordiae Vultus, documento pontificio que convoca el Año, el peregrinar es importante porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. “La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros”, orienta el Santo Padre.
Entonces, durante este Jubileo la catedral diocesana y en ella la Puerta Santa, será lugar especial de peregrinación. Mons. Orengo, sobre esto, comentó: “Dentro de las catedrales y lugares designados por el obispo, se pueden hacer peregrinaciones de grupos de niños, jóvenes, movimientos religiosos, diáconos, religiosas, sacerdotes, etcétera. Y ahí integrarse a la Eucaristía, además ir a la Confesión, entrar por la Puerta Santa y ganar indulgencias”.
Los requisitos para ganar indulgencias al pasar por la Puerta Santa son: estar arrepentido de los pecados, creer y pedir a Dios la misericordia, rezar por el Papa, rezar el credo y recibir el Sacramento de la Confesión ocho días antes o ocho días después.
Privilegiados en Puerta: Presos y enfermos
Los enfermos y los presos tienen una barrera física que les impide peregrinar, pero el Papa Francisco y la Iglesia los tiene muy presentes. En ese sentido, en una carta que escribe el Papa a Mons. Rino Fisichella, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, explica que los enfermos que no pueden asistir, pueden ganar la indulgencia porque tienen la intención de pasar por la puerta pero lo impide su salud. Requisito para esto es que la intención sea genuina.
Mons. Rodríguez Orengo va más allá y explica que el Papa enfatiza en los presos. “Incluso ellos, entrando por la puerta y mirando hacia Dios, arrepentidos de sus pecados, también ganan la indulgencia”. Otros mencionados son los difuntos por quien se pueden ofrecer las Misas.
Misericordiosos como el Padre
Sobre el lema del Año Jubilar, Misericordiosos como el Padre, y qué enseñanza entraña, Mons. Juan Rodríguez, explicó que la idiosincrasia boricua por tener descendencia del sur de España mayormente suele ser “bastante rencorosa, aunque muchos no lo son gracias a Dios”.
“Siempre guardamos en el pensamiento una espina. Si fuera a tomar Dios esa actitud, estaríamos mal. Pero Dios no es así, Dios perdona y llama al perdón sincero. Hay que ser justos, perdonar y sanar las heridas que nos impiden ser felices espiritualmente”, subrayó centrado en la misericordia a la que llama el Año Santo.
El Jubileo culmina el 20 de noviembre de 2016, al cerrar la Puerta Santa con la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo.
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