Después de las vacaciones, las primeras semanas de clases pueden ser un desafío para algunos padres, en especial aquellos con niños pequeños, ya que implica retomar hábitos y el proceso de adaptación es corto. Lo ideal es que la transición entre el tiempo de descanso y el nuevo período de estudios sea de poco a poco y sin cambios bruscos.
Para la Dra. Mayra del C. Rosado Rodríguez, psicóloga, una de las cosas más importantes en el proceso de preparación de los niños es el horario. “Empezando un día o dos antes del reinicio de clases se debe volver a la rutina del horario. Acostarse más temprano, levantarse más temprano. Cosa de que cuando llegue el primer día de clases nuevamente, ya estén acostumbrados y ajustados a ese nuevo horario”, indicó.

Con el fin de estructurar el tiempo, la doctora recomendó utilizar una cartulina donde padres e hijos establezcan las tareas por hora. Por ejemplo de 6:00 a 7:00 de la mañana levantarse, vestirse y desayunar. A las 7:00 a.m. repasar el bulto y verificar qué se quedó, que tengan todas las libretas, los lápices con puntas y a las 7:30 a.m. salir del hogar. También sugirió que se bañe a los niños justo antes de acostarlos de modo que se ahorren esa parte por la mañana y cuenten con más tiempo.
Asimismo, Rosado destacó que la alimentación, sobre todo el desayuno, es sumamente importante. Es por ello, que aquellos niños que no ingieren alimentos de manera adecuada no cuentan con la misma productividad que los que sí se alimentaron bien. A los padres exhortó que si no tienen tiempo para hacer el desayuno, que al menos le envíen “un paquetito de cereal o una fruta, lo que sea”.

De otro lado, la experta señaló que para el inicio del segundo semestre sugiere que las libretas sean nuevas. “¿Porqué nuevas? Porque es un nuevo comienzo sobre todo para estos estudiantes que no salieron bien en el pasado semestre. Es una oportunidad de decir: ‘Pues mira, no importa lo que pasó en este semestre, este año tus notas van a mejorar. Si antes tenías los trabajos incompletos ahora los vas a tener completos’. Es como un inicio en toda la palabra”, comentó.

A su vez, destacó que un error que se comete con frecuencia es exigirles más de lo que pueden dar. Rosado describió que no todos los niños nacieron para tener cuatro puntos y muchos los tienen “a base de pescozones y regaños de los padres”. Recalcó que: “Nosotros tenemos que saber las limitaciones de nuestros hijos. Sí podemos exigirles que sean organizados, responsables sobre todo, pero también si tienes un niño con ciertas dificultades no trates de que sea de cuatro puntos porque eso le causa mucho estrés y no son niños felices”.

Asimismo, reseñó la importancia de que los menores tengan todo el uniforme de manera adecuada y que no esté roto. En su experiencia de más de dos décadas como psicóloga, admitió que “la apariencia física, aunque uno cree que no, es bien importante”. Explicó que el llamado efecto de primacía, que consiste en la primera impresión del individuo no tiene sustituto. Por tal motivo, esa primera vez que (el estudiante) va a la escuela, esa comunicación visual que tiene con las personas, con los maestros y con sus compañeros, solamente se da esa primera vez.

Por último, precisó que a la hora de dormir los niños deben acostarse tranquilos, por lo que se deben evitar los gritos y reclamos. “(Los papás) deben tratar de que reine la armonía en horas de la noche, y sobre todo lo ideal es que el niño vaya a la cama acompañado de papá o mamá o de ambos. Es importante que esas horas nocturnas sean de amor, de expresar lo orgullosos que estamos de ellos. Esas son las despedidas más importantes del día y quizás es la última vez que vas a ver a tu hijo o tu hijo te va a ver a ti”, aseveró.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here