En el Evangelio de San Juan (15,13) Jesús le dice a sus discípulos: “Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos”.  De esta forma, Jesús anticipaba su gran acto de amor al mundo, al entregar su vida por nuestra redención. Pero estas palabras son, además, una exhortación a que nosotros nos demos a los demás. Dar la vida por sus amigos es un acto de cada día que podemos realizar al compartir nuestros bienes con los que lo necesitan, nuestros conocimientos con los menos instruidos, al acompañar a un enfermo o un anciano. Uno de estos grandes gestos de amor al prójimo se realiza también cuando donamos sangre.

Cada persona tiene aproximadamente cinco litros de sangre que el corazón impulsa a través de las arterias para llegar a todos los tejidos del organismo y recupera a través de las venas tras oxigenarse en los pulmones. La sangre tiene varios componentes que contribuyen a diferentes funciones vitales. Las plaquetas promueven la coagulación. Los glóbulos rojos llevan el oxígeno obtenido a su paso por los pulmones a todas las células del organismo. El plasma transporta los nutrientes y el agua necesarios para alimentar los tejidos. 

La sangre  contribuye a mantener el equilibrio de líquidos en el organismo y a transportar las hormonas  por las diferentes glándulas del organismo y que cumplen funciones reguladoras importantes en su funcionamiento. Los leucocitos en la sangre  permiten que el cuerpo actúe en contra de las bacterias que atacan el organismo, cumpliendo así con una función del sistema inmunológico.  La sangre también recoge los residuos del metabolismo celular y  transporta el anhídrido carbónico que se obtiene del aire que se absorbe con la respiración.

La sangre humana es un producto indispensable  que no puede fabricarse en laboratorios. Sólo puede conseguirse mediante la donación. Donar sangre es un acto sencillo y breve, no dura más de 10 minutos. La sangre que se dona es una pequeña cantidad, en relación con el volumen total que circula por el cuerpo.  Además, como la sangre está constantemente produciéndose y renovándose, la cantidad extraída  es recuperada en pocos días.

La donación  de sangre tiene beneficios biológicos y psicológicos para el donante. Algunos de estos son: reducir el riesgo de una enfermedad cardiaca por acumulación excesiva de hierro, ayuda en el control de peso, favorece la eliminación de sustancias nocivas en la sangre. A nivel psicológico varios estudios señalan que los donantes de sangre reciben una gran satisfacción, al reconocer que han llevado a  cabo un acto de generosidad, la donación también aumenta los niveles de oxitocina, la hormona del placer.  A nivel social, la donación es un acto de solidaridad con nuestro prójimo.

Para el receptor, la donación de sangre significa vida. Las donaciones permiten realizar transfusiones a pacientes para los cuales éstas son parte de su tratamiento, como por ejemplo condiciones oncológicas , anemias crónicas o malnutrición. Proveen también las necesidades de pacientes que enfrentan situaciones médicas de extrema gravedad o emergencia, como es el caso de hemorragias por accidentes, complicaciones en las salas quirúrgicas, etc.

En la actualidad existen dos entidades que trabajan la colección de sangre y plaquetas en Puerto Rico: el Banco de Sangre de Servicios Mutuos, el cual sirve a hospitales privados y el Banco de Sangre de Puerto Rico, del Centro Médico. Este último ofrece servicios como centro de colección para satisfacer las necesidades de componentes sanguíneos a pacientes hospitalizados y ambulatorios atendidos en las instituciones hospitalarias del complejo del Centro Médico de Puerto Rico. Ambas instituciones hacen un llamado a la necesidad de recibir donantes, para mantener un inventario adecuado que permita cubrir las necesidades médicas en el país.  

 Como resultado de la pandemia, los abastos de sangre en Puerto Rico se vieron afectados. Se estima, de acuerdo al Banco de Sangre de Servicios Mutuos, que se mantenga un abasto de sangre de 5 a 7 días. En agosto de 2021, se estimaba que el inventario cubriría solo de  2 a 3 días. Está en nuestras manos hacer realidad nuestro compromiso  de amor con los demás.  Es necesario que tomemos conciencia de lo que la donación de sangre representa: Dar vida. 

(Puede enviar su comentario al correo electrónico: casa.doctrinasocial@gmail.com)

Nélida Hernández

Consejo de Acción Social Arquidiocesano

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