(Pensamientos de la Sierva de Dios Madre Teresa María de Jesús Ortega O. P. )
Llagas de mi Cristo – Puertas de la Divinidad
Llagas de mi Cristo Crucificado… puertas de entrada a la Divinidad… yo os adoro.
Quiero mirarte, Señor… para aprender a clavarme en cruz contigo. Quiero mirarte y quiero penetrar en esos grandes misterios de amor. Quiero hacer de mi vida, pero de verdad, sin teorías románticas, sino con realidades prácticas, un crucifijo viviente por la renuncia, por la entrega, por el amor más puro.
Sangre redentora de Cristo
¡Acércanos a Él! – Fundirnos con Él… Pero, acercarnos supone entrar en la espesura de Getsemaní… y llegar a la montaña del Gólgota… y dejar que nos claven en la cruz. Y al lí embriágame de aquella Sangre que abrasa, que sacia, que transforma, que diviniza.
Hay que sumirse a diario en el Misterio de nuestras Misas. Ese es nuestro Gólgota, nuestro Getsemaní, la fuerza de nuestra vida. Ahí… acurrucadas, muy pegadas al gran Sacrificio, dejarnos mojar por esa Sangre divina… Ponernos debajo de ese cáliz redentor y muy silenciosas, muy reverentes, muy adoradoras, dejarnos calar muy hondo…, muy dentro.
Esa Sangre de Cristo nos aproximará a Él, nos santificará, nos dará el secreto de vivir fecundamente nuestra Pasión, primero, y nuestra Resurrección, después.
(Monasterio “Madre de Dios” | Bo. Pugnado, Manatí)