El costo de la crisis ha trastocado los bolsillos de los puertorriqueños, entre las múltiples razones figura la dificultad para abastecerse de combustible ante la falta de energía eléctrica. Para los dueños de generadores, comerciales y residenciales, los gastos actuales superan las facturas regulares de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), obligando a algunos a acudir a sus ahorros y en otros casos a préstamos de emergencia.

Más de un negocio, particularmente del comercio local, ha tenido que limitar los horarios de servicio y reducir la jornada a sus empleados ante los gastos excesivos. A un mes del huracán María, se estima que un 80 % del comercio de comida continúa cerrado, mientras que para los que operan, el acceso a gasolina o diésel aún es cuesta arriba ya que por la demanda existente les venden cantidades limitadas.

Un panorama similar viven las personas con generadores en sus hogares que, en algunos casos, han optado por establecer un horario y limitar el uso de equipos para abaratar costos. También hay quienes, como medida de ahorro, han optado por movilizarse a la casa de algún familiar para dividirse los gastos entre todos.

Durante los pasados días, Michael Pierluisi Rojo, secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), se ha mantenido informando sobre los precios máximos por bomba en las distintas marcas de gasolineras del País. Al cierre de esta edición, según la marca, el costo de la gasolina regular fluctúa entre los 67.7 y los 74.7 centavos el litro, mientras que la premium está entre 74.7 y 84.7 centavos por litro. En cuanto al diésel, deberá fluctuar entre los 63.7 y 72.7 centavos.

De otro lado, según la factura de la AEE para el mes de septiembre el costo por kilovatio-hora en compra de combustible estaba en $0.103838, el de compra de energía en $0.048807, sumado a la tarifa provisional en $0.01299. Algunos comerciantes reportaron que sus gastos mensuales de energía con la AEE rondaban los $850 por un promedio de 13 horas diarias de trabajo de lunes a sábado. Contrario a la actualidad donde gastan $210 semanales operando 5 horas seis días a la semana. Similar es el caso para una persona que tenga generador diésel con uso diario de 10 a 12 horas. Además de brindarle un mantenimiento adecuado, necesitará combustible aproximadamente cada dos días, incurriendo en gastos semanales que rodean los $172, cuando la factura mensual de la AEE rondaba los $140.

Mientras tanto, otra de las maniobras que enfrentan los afectados es conseguir alimentos. Aunque en la actualidad cerca del 90 % de los supermercados está funcionando, la alta demanda de productos y artículos de primera necesidad mantiene las góndolas vacías. Sumado a la falta de especiales y el encarecimiento de la mercancía, pese a la congelación de precios de parte de DACO.

Durante las pasadas semanas, Pierluisi Rojo reiteró que no levantará la orden de congelación de precios a dichos artículos mientras la Isla continúe en emergencia. Aunque reconoció las dificultades con las que operan los comercios sentenció que “el comerciante no puede olvidar que muchos consumidores perdieron su trabajo, su carro y hasta su casa”. Por lo que los exhortó a respetar la orden de congelación. No obstante, ya son poco más de 500 las querellas reportadas al DACO.

En su cuenta oficial de Twitter el Secretario notificó que ya se han multado varios negocios por violar la orden de congelación de artículos de primera necesidad, el margen de ganancia en la gasolina o no tener rotulación del precio o por prácticas engañosas en la venta de generadores eléctricos. Las multas emitidas alcanzan los $10 mil.

Entre los artículos que pertenecen a la lista de congelación de precios están: alimentos enlatados y frescos, medicinas, tormenteras, tornillos, tuercas, clavos, expansiones, paneles de madera, soga, tensores y herramientas, plantas eléctricas de gasolina, diésel o de gas propano, equipos, piezas, servicios de modificación, reparación e instalación de cisternas de agua, estufas portátiles, tanques y recipientes de almacenamiento de agua, tanques y recipientes de almacenamiento de combustible, toldos y casetas de campaña y linternas de todo tipo.

También incluye velas, fósforos, encendedores (lighters), botiquines de primeros auxilios (first aid kits), cargadores de energía, agua, hielo, leche, fórmula de leche para bebés, café, todo tipo de farináceos y de granos, repelentes e insecticidas para mosquitos, artículos de desinfección personal y de limpieza para el hogar, y antisépticos. Asimismo, los artículos de respaldo de energía que funcionan a través de baterías recargables, baterías de todo tipo, sistemas de energía solar, placas solares o cualquier artículo que funcione con energía solar y cualquier otro artículo o servicio que un consumidor pueda razonablemente necesitar para prepararse o recuperarse de una situación de emergencia.

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