Los niños han tenido una presencia destacada en el cine. Actores infantiles como Shirley Temple, Tatum O’Neal, Macauly Culkin y Anna Paquin se convirtieron en grandes estrellas durante el siglo pasado, con Tatum O’Neal y Anna Paquin recibiendo sendos premios “Oscar” por sus respectivas actuaciones en “Paper Moon” (película que Tatum co- protagonizó junto a su padre, Ryan O`Neal) y en “The Piano”.

El reciente estreno de “C`mon, c`mon” presenta al niño Woody Norman, que protagoniza la cinta junto con el laureado actor Joaquin Phoenix. Se trata de una cinta que se centra en la relación establecida entre un tío (Phoenix) y un sobrino (Norman), cuando la madre del niño le encomienda a su hermano Johnny que cuide de su hijo Jesse por un tiempo mientras ella, a su vez, viaja a otra ciudad para hacerse cargo de su marido, internado en una institución mental. Johnny, que es periodista radial, está inmerso en una investigación sobre las reacciones de niños de todo el país en torno al futuro y la suerte que correrán individualmente en las situaciones por venir.

La relación progresa y se consolida tras una serie de obstáculos, entre ellos el trauma que ha experimentado Jesse por la enfermedad de su padre y las exigencias que esto ha ocasionado a la madre. Tío y sobrino, sin embargo, viven juntos aventuras imprevistas cuando Johnny se traslada primero a Nueva York y luego a Nueva Orleans para hacer su trabajo. El guion concentra sobre el carácter del niño, indudablemente precoz en sus juicios, pero dado a cambios súbitos de humor.

“C`mon, c`mon”, escrita y dirigida por Mike Mills, se distingue en el aspecto cinematográfico por las alternancias frecuentes entre el presente que requiere ajustes difíciles entre el tío y el sobrino y las vueltas atrás a un pasado familiar que explica las relaciones entre hermanos y las del niño con sus padres. En una ocasión se introduce el tema del aborto en conexión con el que se ha hecho Vivian, la madre de Jesse. El tío describe el evento como una decisión justificada de la mujer sobre lo que acontece en su propio cuerpo, justificación contraria a la posición de la Iglesia Católica sobre el tema. Lo dominante en la película, sin embargo, son las actuaciones que permiten seguir el curso de una relación que pasa de la distancia y el desconocimiento al afecto y la comprensión mutuas. 

“C`mon, c`mon” no tiene aún la clasificación católica. La industria la ha clasificado como R, restringida a menores de 17 años si no van acompañados de sus padres o guardianes.

Luis Trelles

Para El Visitante

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