Casa Manresa abrió sus puertas para recibir al clero de la Diócesis de Fajardo-Humacao para su retiro anual celebrado del 29 de enero al 2 de febrero, bajo el tema de la conversión pastoral. La particularidad de este año fue que Mons. Eusebio Ramos Morales, Administrador Apostólico y primer Obispo de la Diócesis, fue el recurso principal del retiro que coincidió con el aniversario del anuncio de su designación como Obispo de Caguas.

En un aparte con El Visitante, Mons. Eusebio Ramos explicó que lo usual en estos retiros es traer un recurso, pero el momento histórico se prestó para iniciar y culminar un caminar en las Diócesis de Caguas y Fajardo-Humacao por lo que decidió ser el recurso principal en ambos encuentros del clero. “Fue momento para abrir una etapa con el clero de Caguas y cerrar otra con el clero de Fajardo-Humacao”, sostuvo el Prelado con emociones encontradas.

De esta forma, se buscaron los elementos que se debían afianzar y retomar en el momento particular de la Iglesia diocesana en un llamado a reasumir los proyectos de conversión pastoral y la dimensión misionera, identidad con la que fue erigida la Diócesis. “El discipulado misionero es un llamado urgente que hace la Iglesia al pueblo de Dios. Nosotros los pastores somos los principales responsables de esa llamada misionera. El llamado es a reasumir el proyecto diocesano de conversión pastoral y abrazarlo con alma, vida y corazón”, dijo con intensidad el Administrador Apostólico.

Por su parte, P. Víctor Santiago, vicario general, explicó que el retiro fue una experiencia excelente para los 23 sacerdotes que estuvieron presentes por los temas bien preparados y conectados con la Iglesia Universal, la misión ministerial del presbítero y la importancia de “volver a tomar fuerzas para reasumir la pastoral de nuestra Diócesis”. La cercanía y la fraternidad fueron muy importantes en el compartir de la semana. “Le sacamos el jugo, fue una experiencia muy bonita de convivencia, fraternidad y le sacamos mucho provecho”, detalló el Vicario General.

Para el vicario de pastoral, P. Floyd Mercado Vidro la sinceridad, el trato y la humildad de Mons. Eusebio fue clave para hacer del retiro un espacio de cercanía y a la misma vez poder analizar las situaciones y dar una mirada al quehacer de la Diócesis. “Como un padre, da consejos claves para continuar con la gran misión que se nos ha encomendado a cada uno de nosotros. Ha sido un encuentro con los Documentos de Aparecida y Evangelii Gaudium. Pero, más aún fue mirar el alma de esta Diócesis. Hemos hecho un examen de conciencia tanto personal como de conversión pastoral”, detalló Padre Floyd, quien celebró sus 15 años de ministerio sacerdotal el día de clausura del retiro.

Explicó el Vicario que aunque ha habido un hermoso caminar, hay una gran necesidad de innovar y renovar una experiencia para la Diócesis. “Sabemos qué funciona y qué no funciona. Tenemos esta oportunidad de mirar a la Diócesis para ser mejores pastores en ella y para ella, para ser mejor Iglesia”, subrayó. Sobre sus 15 años de presbítero se limitó a describirlos como “una gran bendición” y el retiro fue para él una oportunidad personal de renovación vocacional.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here