¡Jesús, en ti confío! Con esta jaculatoria devotos de la Divina Misericordia de todos los rincones del litoral sur y de otras partes de Borinquen se dieron cita para celebrar el 20 Aniversario de la consagración del mundo a la Divina Misericordia por San Juan Pablo II desde la Capilla de la Misericordia en la Comunidad Piedra Aguzá de Juana Díaz. El rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia ante el Santísimo en Hora Santa y la Eucaristía de acción de gracias con consagración y alabanzas a la Divina Misericordia fueron los momentos cumbre del día 17 de agosto.

La Hora Santa fue dirigida por P. Carmelo Serrano Figueroa, administrador parroquial de la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús en Aguilita, Juana Díaz; parroquia a la que pertenece la Capilla de la Misericordia. Con devoción y plegaria por las vicisitudes que atraviesa el mundo, los fieles arrodillados oraron ante el Santísimo.

Al filo de las 6:00 p.m., Mons. Félix Lázaro Martínez, Sch.P., Obispo Emérito de la Diócesis de Ponce y conocido como el “Obispo de la misericordia”, junto al Padre Carmelo y el pueblo santo de Dios celebraron la mayor acción de gracias: la Eucaristía. Desde el inicio de la  celebración, el Obispo Lázaro catequizó sobre la urgencia de la misericordia en el mundo de hoy, llamó a experimentar la misericordia, hizo eco de las palabras de Santa Faustina y enfatizó en que cada uno de los presentes debe ser eco de la misericordia de Dios desde su realidad personal.

“Convencido, de que fuera de la misericordia de Dios no existe otra fuente de esperanza para el hombre, el Papa llama a la confianza en el amor misericordioso de Dio, del que particularmente tenemos necesidad en nuestro tiempo en que el hombre se siente perdido ante múltiples manifestaciones del mal”, dijo el Obispo Lázaro durante su homilía. Machaconamente insistió que el mundo necesita misericordia y repitió, como en su momento lo hiciera Juan Pablo II, las palabras de Santa Faustina: “Oh Dios, la grandeza de tu misericordia sobrepasa cualquier entendimiento humano y angélico puestos juntos… Dios es amor y la misericordia es su acción”. Esto en el templo cuya imagen central es precisamente la Divina Misericordia y en el extremo izquierdo cuenta con una reliquia de Santa Faustina.

Pidió renovar la confianza en el amor y la Divina Misericordia. Además, el Obispo Lázaro hizo eco de las palabras del Papa Francisco para enfatizar que la misericordia “da alegría, una alegría especial, la alegría de sentirnos perdonados gratuitamente […] una alegría que nace de recibir el perdón y la paz”.

Como en otras ocasiones, se refirió a la misericordia como “la carta de presentación de Dios al hombre”. Finalmente, pidió “desde lo más profundo invoquemos la misericordia divina y digamos: Jesús en ti confío”.

Vale la pena destacar que la tarde fue acompañada por las tiernas voces del coro de niños Ángeles de la Divina Misericordia dirigido por Vivian Roche, Jorge Roche, Adlyn Bonilla y Jesica Santiago.

En definitiva, uno de los momentos más esperados fue implorar a la Divina Misericordia de la misma manera que lo hizo ese mismo día 20 años atrás San Juan Pablo II para consagrar el mundo a la Misericordia de Dios. Luego de pronunciar las Alabanzas a la Divina Misericordia, el Obispo Lázaro junto a los presentes pronunciaron con voz orante y fuerte la consagración: Dios Padre misericordioso, que has revelado tu amor en tu Hijo Jesucristo y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo, Consolador, te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre…

¡Ten misericordia de nosotros y del mundo entero!

Enrique I. López López

e.lopez@elvisitantepr.com

Twitter: @Enrique_LopezEV

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