En Puerto Rico se generan al año sobre 250 mil toneladas del material conocido como cenizas de carbón. Según el lugar de origen del carbón, las cenizas pueden contener metales pesados como arsénico, plomo, mercurio, cromeo y selenio, entre otros. A tales efectos la situación que aqueja a vecinos de varios municipios de la Isla no es desconocida para el gobierno ni sus agencias.

Las cenizas generadas provienen de la operación de la planta generadora de energía Applied Energy Systems (AES), establecida en Guayama desde el año 2002. Para el 2009, la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) presentó su Inventario de emisiones tóxicas (TRI por sus siglas en inglés), donde se establece que la planta de carbón AES es la cuarta fuente de mayor emisión de químicos en el país. Emite 363 mil libras de sustancias tóxicas liberadas al aire, convirtiéndola en la planta privada más contaminante en la Isla.

Ante esta situación, luego de que inspectores de la EPA visitaran lugares en los municipios de Arroyo, Guayama y Salinas donde se han dispuesto las cenizas de carbón, en 2011 mediante comunicado al

Presidente de la Junta de Calidad Ambiental (JCA) la Agencia puso en duda el “uso beneficioso” y urgió reevaluar la exención de las cenizas de carbón de la reglamentación aplicable a desperdicios sólidos.

Entre los varios estudios que se han realizado, se encuentran uno que se hizo en 2010 por el Comité Diálogo Ambiental, Inc. y el Dr. Osvaldo Rosario así como uno comisionado por la EPA en noviembre de 2012.

El hallazgo de ambos reveló que las cenizas generadas por la quema del carbón en el municipio de Guayama son tóxicas. Los resultados indicaron la presencia de metales y emisiones radioactivas, como radiación alfa. Entre ellos: altas concentraciones de arsénico, boro, cadmio, cromo, cobalto, plomo, molibdeno, níquel, selenio, talio, vanadio. Todos son tóxicos o cancerígenos humanos. Asimismo se han contaminado acuíferos con metales a niveles que los hacen inservibles como fuente de agua.

La exposición a las cenizas de carbón aumenta considerablemente el riesgo de padecer desde alergias y enfermedades en la piel hasta condiciones pulmonares o respiratorias (asma, fatiga, bronquitis, etc.), así como tumores en la glándula tiroides, daño a los riñones y cáncer, entre otros males. A su vez, las poblaciones más vulnerables a desarrollar estas condiciones son niños, ancianos y pacientes inmunocomprometidos.

El pasado año, estudiantes de la Escuela de Salud Pública del Reciento de Ciencias Médicas publicaron un estudio donde observan que en Guayama las posibilidades de padecer asma son de 2.5 mayores en comparación con Fajardo. Las posibilidades con sinusitis son 2.2 veces más, en bronquitis 3.2 veces, seis veces más en abortos espontáneos y en urticaria 7.6 veces más. En Peñuelas el aire está contaminado. ■

(Fuentes: Varias)

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