“Padres, no irriten a sus hijos; edúquenlos, más bien, en la disciplina e instrúyanlos en el amor de Dios” (Ef 6, 4).
Recientemente la Comisión de Catequesis tuvo una experiencia significativa con los jóvenes de la Diócesis, específicamente los confirmandos de la Comunidad Bíblica de Emáus de las cuatro zonas que componen la Diócesis.
El objetivo principal era que los jóvenes tomaran conciencia del llamado a servir que tienen desde su bautismo. Ademas, de darle Palabras de vida y esperanza en medio de tantas situaciones que están atravesando. ¿Cuál fue la clave para lograrlo?
Trabajar con jóvenes
Cuando se trabaja con jóvenes y niños, es importante “hablar su mismo idioma”. El joven aprecia la honestidad y sencillez en la comunicación directa con los adultos, de modo que pueda también “ser quien es”, sin sentirse incómodo. Cuando trabaje con jóvenes sea usted mismo, original, sencillo, simple… muestre en cada gesto su alegría, el gozo de creer en Cristo Jesús y de ser su discípulo. Vaya dispuesto a dar y también a recibir, pero lo más importante es que esté listo para aprender.
Dejarse guiar por el Espíritu Santo
Cuando los jóvenes son la audiencia, necesita más que nunca entregarse a la dirección del Espíritu Santo para que todo fluya. Solo de esa forma los corazones se abrirán. El plan es importante, pero no debe ser inflexible. El control lo tiene Dios. No debe olvidar que siempre, la persona es lo más importante.
Darles participación
Los jóvenes están listos para asumir la responsabilidad en muchas áreas. Si se quiere que se lancen a la misión y se integren a las actividades de la Iglesia, entonces hay que darles participación. Fueron ellos quienes se ocuparon de todos los pormenores para acoger y dar la bienvenida a los participantes de otras parroquias. Incluso hubo que integrar al programa una dinámica no planificada y ellos inmediatamente se reunieron y la desarrollaron.
Escucharlos y aprovechar cada oportunidad para que sanen
Pretender evangelizar a un hambriento sin cubrir primero su necesidad, es tarea inútil. Así de difícil es también, cuando se quiere que un joven “distraído” escuche el llamado a la fe y se comprometa con la misión evangelizadora. Antes de comunicar, escuche… pero escuche con los cinco sentidos. Esto significa que se interese realmente en lo que el joven expresa sin preocuparse por el tiempo. Solo escuchando puede entender qué les preocupa, qué les “distrae”, qué los aleja. Entonces puedes ayudar. Ese instante, podría resultar ser el momento de la conversión.
¿Sabe cómo se sienten los jóvenes?
“Ajá, Ea”, eso dijeron cuando se les preguntó: ¿Qué te distrae del llamado que te hace Jesús? ¿Qué siente tu corazón? ¿Porqué, te sientes así?
• Expresaron sentirse solos, ansiosos, con miedo, frustrados y preocupados por la situación en sus hogares a consecuencia de los huracanes que azotaron el año pasado y que aún están dejando estragos.
• Dijeron estar estresados porque en la escuela muchos de sus maestros al querer cubrir el material del tiempo que no tuvieron clases, los abruman con tareas y asignaciones que muchas veces no pueden hacer, porque están atendiendo problemas de falta de agua y luz e incluso de daños en sus viviendas.
• Mencionaron sentirse incómodos y temerosos porque el “bullying” en la escuela ha aumentado y nos los dejan quietos.
• Comentaron estar inquietos porque ven en muchos adultos, confrontamientos y falta de perdón.
Se les preguntó, ¿qué se puedes hacer para que se sientan mejor? Respondieron dando alternativas sabias y asertivas, pero recalcando que necesitaban el apoyo del adulto. Manifestaron su deseo de servir y ser jóvenes de provecho en la comunidad.
La respuesta del adulto
Cuando se pide a los jóvenes que se expresen hay que estar preparado para lo que va a escuchar. Hay que proveerles alternativas sencillas y reales para atender lo que sienten y lo que están padeciendo. Hay que hacerlo alegre y jovial, así como son ellos. Gritaron “Soy importante para Dios, mi vida vale, yo tengo un futuro de bendición”. “Un joven dijo, “hoy aquí encontré de nuevo a Jesús”.
Información y comentarios: comision@alegratecatequista.org.
Dra. Sandra I. Cruz Martínez
Secretaria de la Comisión de Catequesis de la Diócesis de Caguas