Los jóvenes salinenses, Ángel Félix Rivera De Jesús y Glorymar Colón Bermúdez, no conocen limitaciones a la hora de alcanzar sus metas y servir al Señor; en la iglesia Santa Ana del barrio Coco de Salinas donde son feligreses activos.
Rivera De Jesús, un joven de 30 años, sufre de hidrocefalia, aumento anormal de la cantidad de líquidos en las cavidades del cerebro; por lo que se le colocó una válvula en el lado derecho para eliminar el líquido que se le acumula. Además, tiene paralizado el lado derecho de su cuerpo. Su condición física no fue impedimento para obtener, un bachillerato Summa cum laude en Justicia Criminal de la Universidad Interamericana de Ponce.
Fue una gira al Tribunal de Salinas con la maestra de Educación Especial Título 1, lo que lo motivó a entrar a la rama de las leyes.
“Al principio tuve miedo, pero los amanuenses que tenía, personas que me leían y escribían toda la materia que la maestra dictaba en el salón de clase, me dieron mucha seguridad y confianza. Eso unido al apoyo que siempre he recibido de mis padres: Ángel Luis Rivera y Yadira De Jesús, y demás familiares, me ayudó a terminar mi carrera”, subrayó.
Entre sus otras ejecutorias, Ángel Félix es monaguillo, toca la campana que marca el momento de la consagración, participa en la purificación de la manos del Padre antes de ofrecer la comunión y canta en el coro de los jóvenes de la iglesia. Pronto servirá la iglesia del pueblo, Nuestra Señora de la Monserrate.
De otro lado, Glorymar Colón Bermúdez, de 36 años de edad, nació con Retinitis Pigmentosa y Nistagmus, condición de movimientos involuntarios en los ojos (ciega legal).
La joven salinense cursó sus años primarios en el Instituto Loaiza Cordero de Santurce, donde estudió el Sistema Braille, sistema de lectura y escritura táctil, diseñado para personas con condiciones visuales.
Por su inteligencia y desempeño recibió más de una decena de medallas, como la mejor estudiante del Sistema de Braille. Esto gracias a Dios, y al apoyo incondicional que recibió de sus padres Nancy Bermúdez y Julio Colón. Además de la ayuda del profesor Gabriel Olivo y la profesora Joan Defendini.
Glorymar realizó su sueño de niña al completar un bachillerato, Cum laude, en Administración de Sistema de Oficina en la Universidad Interamericana de Ponce. Pero no todo fue color de rosa para por que en sus años universitarios fue discriminada. “Tenía dos profesoras que no querían pasar trabajo conmigo y me hicieron la vida imposible para que me fuera, pero no me dejé, hice valer mis derechos y seguir adelante”, recordó.
Colón Bermúdez trabajó 6 años, en el Municipio de Salinas bajo el programa de Estudio y Trabajo. “Fue una experiencia muy bonita. Me encantaría trabajar nuevamente porque para eso estudié, pero nadie me ha ayudado. He enviado resumé a varias dependencias gubernamentales y no he tenido respuesta. Hay discrimen contra las personas que sufrimos condiciones especiales, sobre todo en el área sur”, enfatizó.
Glorymar es una de las feligreses que mejor lee las lecturas de la Santa Misa, gracias al Sistema de Braille. “En la iglesia llevo más de 20 años. La primera oportunidad me la dio la hermana María Teresa Reyes. Al principio me sentía nerviosa, pero después lo fui superando porque no veo a las personas mirándome. Para hacer la lectura me preparo una semana antes, mi madre me la dicta y yo la paso en la maquinilla que tengo, al Sistema Braille”, dijo.
“Me siento contenta y agradecida con los elogios que me hacen mis compañeros de la iglesia y nuestro párroco, quien con sus bendiciones me motiva a continuar participando de la Santa Misa”, concluyó Colón Bermúdez.
Luis Ernesto Berríos
Para El Visitante