(Sexto de varios)

Para subir a la montaña con efectividad se necesitan 3 factores: fuerza, resistencia y estamina. Los equivalentes en el mundo de las virtudes serían esas tres que solo Dios regala: fe, esperanza y caridad. Comparto una anécdota que me dejó muy pensativo. No es cliché, tengo una mesa de madera de tres patas. Una que está claramente marcada por el tiempo. Es de esas mesas que se tambalean un poco. Al moverla para limpiarla el pegamento falló. Pero, como no es la primera vez que cae, volví a levantarla y remendarla otra vez…

Con esta serie para analizar el camino de las virtudes, para reflexionar sobre el modo de ser y actuar del cristiano, como las patas de esa mesa las tres virtudes de Dios -fe, esperanza y caridad- van en combo y son la zapata de la vida espiritual del cristiano. Si una falla, la mesa donde se colocarán otras virtudes va a caerse por algún lado. Y lo que no está equilibrado tiende al exceso, al desorden… Al parafrasear a la Primera Carta de Corintios, una fe sin obras sería como un cuatro puertorriqueño sin cuerdas. Igual, vivir sin alegría, paz ni felicidad (sin esperanza) suena a algo chueco.

¿Qué hacer cuando la mesa cae? Buscar pegamento para pegarla y levantar la mesa rápidamente. ¡Confesión! Mientras más tiempo pase en el piso, más golpes puede recibir la mesa. Mejor estar listo y fuerte para cuando las pruebas llegan. Ir a la fuente de la fe, la esperanza y la caridad que es la Eucaristía y los rostros donde Jesús se revela. La vida sacramental es clave para mantener esa mesa espiritual solida, para mantener mis tres factores -fuerza, resistencia y estamina- listos para el peregrinar por este mundo y listo para responder a la llamada de Dios.

Próximamente analizaremos otras virtudes. Pero, cualquier actitud virtuosa se coloca sobre esta mesa que es mi vida. En las alegrías, las tristezas, los corajes y los miedos, esta mesa de pie es determinante… Es la diferencia entre alcanzar razonablemente la felicidad (porque la plena felicidad solo está en la siguiente vida) o vivir en la ausencia de felicidad… Hasta la misma vida se aprecia más desde esta mesa. Por el momento, reflexionemos: ¿Cómo está mi fuerza, resistencia y estamina espiritual? ¿Mi mesa espiritual tambalea? ¿Tengo que salir corriendo a buscar pega para mi mesa?

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