La parroquia la Resurrección del Señor ha sido para mí, precisamente eso; una oportunidad para dar el mensaje del Dios que es vida, alegría y paz, aún en situaciones límite y de necesidad del ser humano que busca algo más de lo que le ofrece el mundo.
Es necesario caminar en la vida en la presencia del Señor Resucitado: camino, verdad y vida verdadera, para todo aquel que confía en Él, y se deja sorprender por la novedad de su amor.
Desde que fui enviado a esta parroquia, mi inquietud primordial ha sido llevar a los fieles que acuden a un encuentro con Jesús resucitado, quien transforma desde lo profundo del corazón, a quien quiere ser discípulo y misionero en este mundo lleno de: violencia, desamor, confusión y desarmonía.
Los retos ante los cuales me he enfrentado son diversos; pero no por ello sin sentido. Restauración espiritual por un lado y material por el otro. Mantenimiento de los corazones en Jesús y de la estructura física, en momentos de crisis a nivel familiar y social.
Es grato compartir con los fieles el crecimiento a nivel humano y espiritual, a través de los cursos de formación humana: comunicación humana, relaciones humanas e inteligencia emocional, entre otros. Historia de la Iglesia, sacramentos, talleres de oración y vida en el ámbito espiritual.
Lo humano y lo espiritual siempre unidos. Porque la vida material no es algo que se distingue de la vida espiritual. La satisfacción más grata que he sentido es ver cómo Dios sigue actuando, reconciliando con Su misericordia a todo aquel, que se siente necesitado de la misma. El amor de un Dios Trinitario: Padre, Hijo y Espíritu Santo, se derrama en los corazones de los fieles que acuden a Él, para encontrar alivio y salud en su gran bondad.
Dios ha sido bueno con nosotros y estamos alegres. Pues ha puesto lo necesario para revitalizar y motivar; así como reestructurar y dinamizar la pastoral en la parroquia La Resurrección. Para Dios toda la gloria y honor, pues no deja de conceder dones y carismas al pueblo que pide humildemente, aquello que es indispensable para vivir: La Palabra de Dios mismo y su santa Eucaristía, formación y acompañamiento en sus procesos de acercamiento a un Dios, que es amor verdadero e incomparable.
No estamos solos. El Señor, mediante María Santísima, nos acompaña para atender a las necesidades, como hizo en Caná de Galilea en otro tiempo, lo sigue haciendo ahora con cada uno de nosotros, personal y comunitariamente.
Doy gracias a Dios por hacerme partícipe de su bondad con sus dones; como instrumento de paz y bien, a semejanza de San Francisco de Asís, el hermano pobre; pero rico en virtudes y amistad con quien todo lo puede y todo lo ve.
Los fieles, compañeros de camino, requieren momentos fuertes de experiencia con Cristo resucitado, con el poder de Espíritu Santo y misericordia infinita de Dios Padre. No dejemos de dar culto al Dios verdadero, para quien sea toda la gloria y honor, por los siglos de los siglos. Amén.
Gracias a tanta gente sencilla y generosa, que ha colaborado para hacer de estos espacios sagrados, verdaderos recintos de oración y alabanza al Señor resucitado. Gracias a mi Provincia Franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán por su formación y toda su sabiduría. Gracias a los hermanos de la Custodia Franciscana del Caribe Santa María de la Esperanza, por su apertura a los hermanos que venimos a colaborar en estos ambientes ricos en cultura y diversidad.
Gracias a la Arquidiócesis de San Juan por siempre estar impulsando y discerniendo los procesos de evangelización para un mejor acompañamiento pastoral.
(Fray Isaac González Saldaña)
Gracias a Fray Isaac Gonzalez Saldaña por el tiempo dedicado en la Parroquia La Resurrección de Las Lomas. Como instrumento de Dios logró despertar en los Laicos el interés por prepararse espiritualmente, además de activarlos en los diferentes ministerios. Su preocupación genuina en todo lo referente a la Parroquia, ya sea , aspecto físico, utilidades, entre otros , nos hizo ver lo grande de su entrega a su sacerdocio. Gracias Fray Isaac, Dios lo continúe guiando y bendiciendo.
Excelente!!!!
Gracias P. Isaac,por enseñarnos con su ejemplo,por ese amor al Hermano Mayor en la Eucaristía y en el prójimo.
Gracias por ser ejemplo en el Amor franciscano.
Gracias por hacer de Puerto Rico su casa.
Gracias por su Cristo Resucitado y su Virgen de la Providencia,dos señales visibles para recordarlo siempre.
Paz y Bien…!
Con Dios…!
Un ejemplo de entrega y santidad para todos. Dios y la Virgen le llenen de bendiciones. Gracias por todo Padre Isaac. Atentamente. Nilka
Gracias por existir en la vida de cada ser humano que usted con sus dones, le ha mostrado un Cristo vivo y nos ha presentado un sacerdote en lucha de su vocación, pero sobre todo gracias a Dios porque lo llamó a esta vocación. Paz y bien, bienvenido a México, a su casa. María Santísima y San Miguel Arcángel lo custodien.