Mons. Roberto González Nieves, OFM, Padre Obispo Rubén Gonzáles Medina, cmf, Mons. Eusebio Ramos Morales y Mons. Corrada, SJ, y P. José Orlando Camacho, CSSp, director de Obras Misionales Pontificias de P.R. acompañaron a su delegación en todo momento. También para ellos fue una experiencia para fortalecer y replantear la misión.
“La alegría no es simplemente un sentimiento jocoso, sino que brota con Jesús resucitado, el anuncio del Reino tiene que ser una experiencia de vida”, destacó P. José O. Camacho. Asimismo, Mons. Eusebio Ramos Morales, Obispo de Caguas y Administrador Apostólico de la Diócesis de Fajardo-Humacao, subrayó que los temas que más le llamaron su atención fueron la familia y la violencia. El Obispo dijo que Puerto Rico, como otros países de América, no está ajeno a este tipo de conflictos como lo son la violencia, las drogas y el maltrato contra la mujer. Afirmó que el tema Ambiente y cuidado de la casa común es un reto para la Iglesia en América.
“Llegamos encendidos con el espíritu de alegría misionera, en este momento que vive nuestro país, necesitamos cristianos vivos alegres convencidos de su fe, con sentido de pertenencia que amen y trabajen en su iglesia y se lancen a irradiar a este Cristo vivo en las calles, barrios, urbanizaciones. Espero que la delegación encienda ese espíritu misionero que tenemos. Sabemos que los que llegan, no son los mismos que salieron, son cristianos alegres, firmes, que van a irradiar la misión en Puerto Rico”, sostuvo Mons. Eusebio sobre la participación de su delegación al tiempo que los animó a seguir fortaleciendo su servicio.
Los sacerdotes participantes se sintieron igualmente comprometidos en el Congreso, ese el caso de P. Juan Carlos Cotto, quien agradeció al pueblo boliviano por la calurosa y amable acogida, “no dejen que se apague el fuego misionero encendido en este encuentro, no es fácil, pero hay que abrir horizontes no solo a América sino también en otros continentes que también esperan el anuncio del Evangelio”.
