“Estoy optimista con mis esfuerzos que, con la ayuda de mi Señor y la Madre, me ayuden a recibir un riñón lo más pronto posible”, así escribió Guido Umpierre Maymi en una nota especial dirigida a familiares, amigos y conocidos. Siendo paciente renal, se encuentra en espera de un trasplante de riñón, que le ayudará a mejorar su calidad de vida.
Umpierre recibió el diagnóstico de enfermedad aguda de riñón en julio del 2019. Hoy día se encuentra en la etapa 5 y sus riñones trabajan a un 15% de su capacidad. Según cuenta, tanto sus médicos, como él y su esposa afirman que está viviendo un milagro; aún no ha tenido que recibir tratamiento de diálisis. Por eso, ha optado por continuar la incansable búsqueda y orientar a las personas sobre la donación de riñón; afirma estar preparado por organizaciones para orientar a todo aquel que desee dar vida a través de una donación y guiar a quien esté pasando por el mismo proceso de espera.
“Habrá bajas en el camino, pero agarrarse de la mano de Dios y de María”, junto a su esposa María López, es su técnica para mantenerse a flote. Asimismo, agradece a todo aquel que se ha mantenido pendiente de su salud y quienes le han ayudado en el proceso, en especial a amigos, sacerdotes y familiares.
Hoy día, Guido colabora en diversas áreas en la Parroquia Santa Luisa de Marillac en San Juan, luego de haber ofrecido servicios profesionales en el campo de la administración y asuntos económicos por 50 años.
¿Su meta? Llegar al trasplante de riñón sin tener que recibir diálisis. “Mi deseo es crear conciencia sobre la enfermedad renal y la donación en vida y después de la muerte”. Igualmente, “que anime a otros a considerar ayudar a mis compañeros en la lista de espera para un trasplante”, añadió.
Actualmente se estima que son muchos los que están en espera para trasplante de órganos en los Estados Unidos y Puerto Rico; aproximadamente un 80% esperan por un riñón. “Solo se necesita un riñón para vivir una vida sana y larga. La mayoría de la cirugía del donante se hace a través de laparoscopia, con incisiones pequeñas. El periodo de recuperación –en el caso del donante– suele ser bastante rápido, generalmente dos semanas” son algunas de las aclaraciones que hace la National Kidney Foundation (NKF) sobre la donación en vida. En el caso de Guido, explicó que cualquier gasto médico “antes, durante y después de la cirugía será cubierto en su totalidad por su seguro médico. Además, existen ayudas económicas para gastos por alojamiento, transportación y alimentación.
“Sabiendo que la donación en vida puede no ser adecuada para todos, considere la posibilidad de ser un donante de órganos después de la muerte. También me puedes ayudar compartiendo mi historia con tus conocidos”, culminó. Para más información, puede comunicarse directamente con el Sr. Umpierre al (787) 642-8918 o a su correo electrónico: guido.umpierre@gmail.com. Aunque dicen que “el tiempo no es amigo de nadie”, usted puede ser un amigo que salve una vida.
Jorge L. Rodríguez Guzmán
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