La Iglesia Católica puertorriqueña está conmemoró el 10 de abril del 2022 el décimo aniversario de la transición a la casa del Padre de nuestro cardenal jíbaro Luis Aponte Martínez. El miércoles 23 de marzo se ofreció una ponencia en el Ciclo de Conversatorios 2021-2022 dedicado al Quinto Centenario de la Catedral de San Juan de Puerto Rico bajo el tema: “La incansable gesta cardenalicia de Luis Aponte Martínez: una mirada a la figura del cardenal puertorriqueño y su labor pastoral”. Nacido el 4 de agosto de 1922, Aponte Martínez fue ordenado presbítero hace 61 años, obispo hace 51 y ejerció como primer cardenal puertorriqueño por casi cuatro décadas.
Desde su nombramiento por el Papa San Juan XXIII, como Obispo Auxiliar de la Diócesis de Ponce, el 23 de julio de 1960, Aponte se convirtió en el segundo obispo puertorriqueño en casi cinco siglos. El primero fue el obispo Juan Alejo de Arizmendi, quien sirviera de 1803 a 1814, con la decisión de la Santa Sede, de elevar el rango de la Diócesis de San Juan a Arquidiócesis, así como otras, quedó establecida en 1976, la Provincia Eclesiástica de Puerto Rico, aunque con su nombramiento como obispo, fue que comenzó la “jerarquía católica nativa”, calificación que hace desde su autobiografía, Unde Hoc Mihi ¿Por qué a mí? Memorias del Cardenal Luis Aponte Martínez (Grupo Editorial Norma, 2005).
Luis Aponte Martínez fue Arzobispo de San Juan por 34 años y Cardenal elector en los dos cónclaves para elegir al Papa de 1978; y ayudó a preparar el cónclave del 2005. Era uno de 18 hermanos y su devoción religiosa se vió desde temprana edad, sirviendo junto a sus hermanos como monaguillo en la iglesia de Lajas. Esta experiencia le movió a entrar en el sacerdocio. Comenzó estudios en el seminario de San Juan en Puerto Rico. Luego, pasó a cursar estudios en el seminario de St. John’s en Boston.
Fue ordenado presbítero el 10 de abril del 1950 en el pueblo San Germán y durante la década de los años 50 fue Superintendente de Colegios Católicos para la Diócesis de Ponce. También fue gran Canciller en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y Capellán de la Guardia Nacional. Sus otros destinos en esta época fueron Patillas, la Parroquia San Juan Bautista de Maricao; Parroquia Santiago Apóstol de Santa Isabel; y la Parroquia San José de Aibonito. En 1964 fue ascendido a Arzobispo de San Juan hasta el 1999; y Coadjutor de Ponce, con derecho a sucesión, el 16 de abril de 1963. Fue Obispo de Ponce desde el 18 de noviembre de 1963. Asistió al II Concilio Ecuménico Vaticano desde 1963 a 1965 y fue promovido a la Sede Metropolitana de San Juan, el 15 de noviembre de 1964. Su predecesor fue James Peter Davis y su sucesor lo es Roberto González Nieves. Con gran visibilidad dentro de la Iglesia en y fuera de la Isla, Aponte fue además presidente de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico. Asistió a la I Asamblea Extraordinaria del Sínodo de Obispos, Ciudad del Vaticano, del 11 al 28 de octubre de 1969.
Es bien importante resaltar que Luis Aponte participó en el II Concilio Vaticano donde participó como padre conciliar. Entonces luego, al ser elevado a la dignidad de Cardenal, llevó el título de Cardenal Sacerdote Santa María de la Providencia en Monteverde, que se constituye en su iglesia titular romana. Al vivir la época del Concilio y pos Concilio le tocó participar en muchas iniciativas de la Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) del que fuera Tesorero, cuya función era arrancar iniciativas desde el Concilio para la puesta al día de la vida de la iglesia en los tiempos modernos. Participó en dos cónclaves más al retirarse como obispo a los 75 años, pero por alguna razón el Papa Juan Pablo II le prolongó su retiro un año y medio.
Entre sus iniciativas están la fundación del periódico El Visitante que, aunque comenzó en San Juan era de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña. Ahora lo dirige una junta de todas las diócesis de la Provincia Eclesiástica. Al asumir la Arquidiócesis de San Juan, lo hizo con 42 parroquias, y ya en su retiro episcopal en 1999, dejó 160 parroquias establecidas y pastoreadas por sacerdotes. Aponte promovió la presencia de la iglesia a través de los medios de comunicación, y creó centros de formación teológica y pastoral para laicos en el Seminario Arquidiocesano. El proceso de la beatificación del primer puertorriqueño, Carlos Manuel Rodríguez, en Roma el día 29 de abril de 2001 fue el cierre simbólico, con broche de oro, del ministerio Episcopal, como Arzobispo Metropolitano de San Juan de Luis Aponte Martínez.
Por si fuera poco, la obra de la Iglesia bajo su administración consiguió un crecimiento muy respetable con 160 parroquias y nuevos colegios católicos. En su haber están el Instituto Superior de Teología y Pastoral, las radioemisoras católicas WKVM-AM y WORO-FM, la estación de televisión TELEORO Canal 13, el Archivo Eclesiástico Histórico Diocesano, el contrato para proveer de un local al Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, la Superintendencias de las Escuelas Católicas, fundación del Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Divina Providencia, los libros de textos de la Catequesis, el Albergue del Santo Cristo de la Salud para enfermos del Sida, Unidos Contra el Hambre, y otras obras específicas de desarrollo humano. La Arquidiócesis promueve además programas para la niñez, la mujer, contra la adicción a drogas, zonas marginales, y casas de rehabilitación. Aponte Martínez fue el gran promotor de todo esto. Sus memorias recogen estadísticas que revelan en su trasfondo una persona vigilante que con sus energías, desvelos, tiempo, sueños, dejó una vida comprometida con Dios y con su Pueblo. Podemos concluir que el Aponte Martínez pasará a la historia como una de las figuras claves de nuestra Iglesia puertorriqueña, el segundo Obispo natural del país y el primer cardenal puertorriqueño.
Dr. David Morganti Padilla Ph.D.
Profesor de Humanidades, Universidad Central de Bayamón