Cuando se celebra el Domingo de la Misericordia, Solemnidad instituida por San Juan Pablo II, es necesario entender qué es la misericordia. Para P. Enrique “Kike”, Camacho, director de Cáritas de Puerto Rico, la palabra misericordia es una palabra compuesta. Miser significa miserable y cordia se define como corazón. “Lo que juntas quiere decir el corazón que se inclina hacia el sufrido”, aseveró.

Del mismo modo, precisó que la misericordia es la puerta donde se sostiene la caridad de la Iglesia y que es a través de esa caridad que la Iglesia lleva la misericordia al necesitado. P. Kike dijo que, si bien es cierto que la entidad que él dirige, tiene que ver con la forma de ayudar al necesitado, es vital tener amor porque de lo contrario será imposible tener misericordia con el otro.

“Si no podemos tener misericordia con los miembros de nuestra propia familia que viven bajo nuestro mismo techo, ¿cómo podremos tenerla con el deambulante que pide en la luz, con nuestros compañeros de trabajo o con las personas que nos cruzamos en la calle?”, cuestionó. Por eso señaló que primero es necesario poner en práctica la misericordia empezando con nosotros mismos. “A veces somos demasiados perfeccionistas y no sacamos un tiempo para descansar. Estamos tan ocupados de cumplir con todo lo que tenemos que hacer que se nos olvida que la misericordia comienza con uno mismo. Cuántas parejas no se dedican un tiempo para ellos, aunque no vayan a ningún sitio especial, pueden dejarle los niños a la abuela y quedarse en la casa viendo una película, hacer popcorn, en fin, compartir eso también es misericordia”, dijo.

Del mismo modo, manifestó que la caridad y la misericordia están intrínsecamente unidas porque la caridad permite ver en las personas el rostro vivo del amor y todos estamos llamados a vivirlo a plenitud. Así mismo indicó que “la caridad tiene que ser transformada para tener misericordia”.

Sobre la misericordia que tiene Dios con cada uno de sus hijos precisó que esta permite, que aunque cada uno debe llevar su propia cruz, en ningún momento se sientan solos mientras la cargan. “Es importante saber que Dios no es indiferente a los sufrimientos de sus hijos. Ese es el momento cuando las personas se preguntan cómo es posible que me ocurra esto o aquello, él no quiere que nosotros suframos, él esta ahí para consolarnos y apoyarnos siempre”, expresó.

Relacionado con la labor que realiza Cáritas con el necesitado dijo que siempre les recalca a sus empleados, que ellos están ahí para ayudar. Igual que como dijo cuando se entregaron los donativos de la Sección Pesebre de amor, una alianza entre El Visitante y Cáritas, su trabajo consiste no solo en brindar la ayuda primaria, sino en ofrecerles alternativas que les permitan salir adelante en un futuro cercano. Por eso, indicó que es muy exigente a la hora de escoger al personal que labora u ofrece labor voluntaria en la entidad que dirige.

“Una de las preguntas que siempre hago en la entrevista es cómo reaccionaría si la persona a la que le va a ofrecer la ayuda tiene mal olor. Para mí es determinante esa respuesta porque de acuerdo con lo que responden, sé si esa persona está preparada para unirse a Cáritas o no. La experiencia nos dice que muchas de las personas que llegan buscando ayuda son deambulantes que viven en la calle y no tienen un lugar donde asearse o personas adictas a drogas o alcohol o enfermas”, sentenció.

Finalmente, reiteró que “a los cristianos se nos enseña que al final del camino siempre hay resurrección. Al igual que Jesús tiene misericordia de nosotros que somos pecadores.

Nosotros estamos llamados a tener misericordia con nosotros mismos, con nuestra familia y con el resto de nuestro prójimo”.

Camille Rodríguez Báez
Twitter: @CamilleRodz_EV
c.rodriguez@elvisitantepr.com

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