La palabra “ángel” proviene del latín ángelus, que quiere decir mensajero o servidor de Dios. Estos “son seres espirituales creados por Dios Padre” mucho tiempo antes que los hombres “para hacer su voluntad”, explicó a El Visitante el Padre Juan Javier Peña Berríos, Vicario de la Parroquia Santos Ángeles Custodios de Yabucoa. El Papa San Pío X decía que “los ángeles son las criaturas más nobles creadas por Dios” que, aunque poseen inteligencia y voluntad para realizar diversas tareas, se mantienen al cuidado de los seres humanos. “Son seres inmortales y no se pueden ver ni ser captados por los sentidos”, añadió Peña Berríos.
Los ángeles fueron creados con estado de pureza, todos se encontraban en estado de gracia con Dios. Sin embargo, algunos de estos fueron guiados por Lucifer, también llamado como Satán o Diablo. Tras su revelación contra Dios por su soberbia de creerse más que Dios mismo y negarse a adorarle, fue echado del cielo junto con los otros ángeles que le siguieron y convertidos en demonios. La misión de estos es la de apartar a los hombres de Dios, lo contrario a la función de los ángeles de la Luz.
Cuidan de nosotros
Los ángeles cuidaron a Jesús en medio del desierto. Narra San Mateo en su Evangelio que luego de que el diablo tentara a Jesús y haberlo dejado en solitario, los “ángeles se acercaron para servirle” (Mt 4, 11). ¿Por qué no cuidar de nosotros también? A cada uno de los hijos de Dios se nos ha asignado un ángel “para protegerles y facilitarle el camino de la salvación mientras están en este mundo”, comentó P. Juan.
Dice San Jerónimo: “Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”. Es decir, todos somos dignos de tener a un ser especial como lo son los ángeles para que nos guarden de cualquier peligro del maligno.
“Nuestro Ángel no sólo está con nosotros, sino que ve a Dios Padre. Está en relación con Él. Es el puente cotidiano, desde la hora en que nos levantamos hasta la hora en que vamos a la cama; nos acompaña y está en una relación entre nosotros y el Padre. El Ángel es la puerta cotidiana a la trascendencia, al encuentro con el Padre: es decir, el Ángel me ayuda a caminar porque mira al Padre y conoce el camino. No olvidemos a estos compañeros de camino”, expresó el Papa Francisco en una de sus homilías en Santa Marta.
¿Qué nos enseñan?
Los ángeles, custodios nuestros, “sirven como mediadores para alcanzar la gracia de llegar a Dios”, agregó P. Peña. Estos nos enseñan a glorificar adorar a Dios en ininterrumpida alabanza. Además, a cumplir la voluntad y órdenes del Señor sin refutar ni desobedecer a Dios. “Los ángeles, aunque no lo pidamos, siempre están preocupados por nosotros y quieren ayudarnos en las diversas circunstancias que se nos presentan en la vida. Esto nos debe animar a servir generosamente a nuestros hermanos y a compartir con ellos las penas, los sufrimientos, e incluso las alegrías y los dones que nos ha dado Dios”, estableció.
De fiesta los yabucoeños
La fiesta de los Santos Ángeles Custodios es celebrada en Yabucoa con entusiasmo, pues “la gente es bastante fervorosa”, según contó a este semanario el vicario parroquial. Cada año celebran una novena patronal que culmina el 2 de octubre, día en que se celebra la solemnidad. Entre sus actividades anuales, mencionó también que celebran previamente la Solemnidad de los Arcángeles San Miguel, San Rafael y San Gabriel como preámbulo a la fiesta de los Ángeles Custodios. Incluso, se ha convertido en una tradición parroquial que los niños asistan a la Celebración Eucarística vestidos de ángeles o de santos. Este año esperan poder celebrar toda la novena y sus actividades en el templo parroquial con gran asistencia del Pueblo de Dios. Es tanta la devoción en Yabucoa que, como dato curioso, la Plaza Pública lleva el mismo nombre de la parroquia y el escudo del municipio tiene una representación de dos ángeles. Por último, P. Juan invitó a los fieles a pedir a través de los Santos Ángeles Custodios “ser más asiduos en la oración y ofrecer lo que se nos ha dado por gracia de parte de Dios”.
Los ángeles no se adoran
Se hace indispensable aclarar que tanto los arcángeles como los ángeles no se adoran. Esto ante las malas prácticas e imágenes comercializadas y distorsionadas que se alejan de la misión bíblica y sana doctrina. El centro del mundo de los ángeles es la Santísima Trinidad porque solo a Dios pertenecen, sirven y de Dios son mensajeros. Como aclara y subraya Apocalipsis (22, 9) cuando el mismo San Juan se arrodilla frente al ángel, este le corrige: “No lo hagas, yo soy un servidor como tú. […] A Dios tienes que adorar”.
Jorge L. Rodríguez Guzmán
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